El abasto de agua con pipas en el pueblo de San Bartolo Ameyalco, en la parte alta de la delegación Álvaro Obregón, produce ganancias de unos 6.5 millones de pesos al mes, negocio que es controlado por tres empresas particulares.

De acuerdo con vecinos de Ixtlahuaca, Torres de Tepito y cerrada de Margot, que carecen del servicio en sus domicilios, durante la época de estiaje se realiza el mayor negocio, ya que es tal la demanda que realizan unos 170 viajes al día, que disminuyen a 100 durante los cuatro meses de lluvia. Cada pipa tiene un costo promedio de mil 500 pesos.

Los habitantes ubican como la principal distribuidora a la compañía Magese SA de CV, propiedad de Emilio Perea, a quien se le atribuye la propiedad de 30 vehículos, que son guardados en un predio –en la calle principal del poblado–, que se distingue por sus altos muros.

Afuera del poblado, ya en el territorio de San Mateo Atenco, se encuentra un manantial amurallado del cual se abastecen las pipas, que comúnmente hacen largas filas, pero ayer no había ninguna. “Lo que sabemos es que a los piperos les venden el agua y ellos nos la revenden”, contó una vecina, quien aseguró que tras el conflicto las pipas se han cotizado más alto.

“Por el relajo, ya no quieren venir. De Torres de Tepito hablaron y les dijeron ‘sí cómo no, pero le sale en mil 800 pesos y la entregamos a la tres de la madrugada’”, denunció.