La Secretaría de Hacienda ajustó su expectativa de crecimiento para la economía mexicana a 2.7 por ciento para 2014, de un estimado inicial de 3.9 por ciento, después de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), diera a conocer que en el primer trimestre del año se registró un aumento en la actividad económica de apenas 1.8 por ciento en términos anualizados.

El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, reconoció que el pronóstico de crecimiento para este 2014 es insuficiente y es menos que el que se merece México y es menos del potencial que tenemos.

Sin embargo, para fortalecer y para tener un crecimiento estructural más alto y sano, se requiere de las reformas estructurales que buscan elevar esta tasa de crecimiento para que se dé de manera sostenida, y equilibrada para todos los tamaños de empresas y personas, independientemente de su nivel de ingreso.

Es por eso que en la Secretaría de Hacienda estamos comprometidos con la implementación de las reformas estructurales, y también trabajando intensamente para que este ciclo de mayor crecimiento económico se fortalezca a lo largo de 2014 y en los años venideros.

En conferencia de prensa, Fernando Aportela afirmó que el pronóstico para 2015 se va a revisar cuando se presenten en septiembre los Criterios de Política Económica para el próximo año.

Advirtió sobre los riesgos a la baja por la situación de Estados Unidos, que tiene que ver con el retiro del estímulo monetario por parte de la Reserva Federal, que pueda aumentar la volatilidad y eso tenga algún efecto sobre los mercados”.

En el tema doméstico, añadió, algún retraso sobre todo en la parte de la construcción puede tener algunos efectos, que se siga materializando la menor plataforma de producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) de crudo es un riesgo en el crecimiento.

Sobre la evolución económica durante el primer trimestre y las perspectivas para el resto de 2014 el subsecretario de Hacienda afirmó que en primer lugar el crecimiento del primer trimestre se explica en parte por lo que ocurrió en Estados Unidos y en Europa.

El crecimiento del primer trimestre en Estados Unidos fue de tan sólo 0.1 por ciento a tasa anualizada, el avance fue menor que el que se había pronosticado inicialmente.

El segundo factor que tuvo que ver con el crecimiento fue la reforma hacendaria, al observarse una evolución transitoria menor en el consumo, debido a los efectos de los impuestos sobre el carbono, a las bebidas saborizadas, y también a los alimentos no básicos con alta densidad calórica.

La minería no mostró una variación anual. A su interior, la minería no petrolera fue superior en 5.4 por ciento en el primer trimestre de este año, sin embargo, la petrolera retrocedió en 1.3 por ciento.

Lo anterior, aseveró, se debió en gran medida a que Pemex reportó una menor plataforma de producción de crudo de 2 millones 492 mil barriles diarios, respecto de los 2 millones 520 mil barriles diarios que estaban contemplados.

A los pocos minutos de conocerse el nuevo ajuste en la expectativa de crecimiento, analistas financieros como los de BBVA Bancomer estimaron un alza para este año aún menor, al ubicarlo en 2.5 por ciento.

En el primer año del sexenio actual el PIB fue de 1.1 por ciento y con esta nueva proyección el promedio de crecimiento en los dos primeros años del gobierno priísta sería de 1.9 por ciento, por debajo del desempeño promedio anual de 2.2 por ciento de los pasados 30 años.