La poesía fue el centro de la vida, obra y memoria de Efraín Huerta, un hombre que cultivó, como una de las mayores artes, la amistad, como se confirma en la exposición en torno al poeta y periodista, que se que se inauguró este jueves, según su hijo David.

Durante la apertura de la muestra Efraín Huerta: un poeta del alba, cien años, el también poeta agregó que muchos de los testimonios gráficos, fotografías y caligrafías, además de otros objetos, son muestra de esa amistad y ese compañerismo que sintió por tantas personas en nuestro país y más allá de nuestras fronteras.

El acto contó con la presencia de las hijas de El Gran Cocodrilo, Andrea y Eugenia, así como de dos bisnietos: Miranda Lombardo y Diego Lizalde Galindo, además de lectores, escritores y amigos.

Eugenia y David Huerta agradecieron la labor del Fondo de Cultura Económica en homenaje de su padre. La primera, dijo: Resulta muy emotivo para nosotros el cariño y el interés que han despertado las celebraciones en torno al centenario de Efraín.

Congruencia de una obra poética

Respecto de la colección que el Centro Cultural Bella Época albergará durante tres semanas, José Carreño Carlón, director del FCE, señaló: “Es una nueva escala de una larga y bastante gozosa travesía de homenajes nacionales, universitarios, municipales (…) que se organizan por todas partes; no en vano se trata de uno de los poetas más queridos en la historia contemporánea de México”.

Ante Eduardo Langagne, Raúl Renán, Martí Soler y otros escritores y editores, el funcionario indicó: “Gracias a la dedicación y al amor de Eugenia y Andrea Huerta (…), muy esmeradas curadoras de los objetos que aquí exhibimos, nos vamos a encontrar con el Huerta más íntimo, el más entrañable, en esta mirada a estos testimonios de la vida personal, familiar y profesional de Efraín”.

Y destacó que en la exposición se podrá “comprobar una vez más la congruencia de una obra poética regida por el amor como sentimiento original (…) y la vida pública y las acciones del poeta, del periodista comprometido, del militante comunista, del buen amigo; hay muchísimos testimonios de eso, y del padre amoroso”.

Algunas piezas incluidas en la muestra son “fotografías, dibujos, primeras ediciones de algunos títulos, objetos diversos, recortes de periódicos y revistas; sus damas negras, esas libretas misteriosas llenas de sorpresas, los libros con sus lecturas predilectas (…), las antologías de sus poemarios, algunas traducidas al inglés, una parte de su colección de cocodrilos (…) y no se vayan a perder una bala extraña que se van a encontrar por ahí”.

Por último, se realizó la inauguración con el corte de un lazo de ixtle por los familiares presentes y la reproducción del Corrido de la enamorada, que Huerta escribió para una película protagonizada por María Félix.

La Galería Luis Cardoza y Aragón de la Librería Rosario Castellanos en el Centro Cultural Bella Época (Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill, colonia Condesa), será sede durante tres semanas de la exposición Efraín Huerta: un poeta del alba, cien años.