Domingo 8 de junio de 2014, p. a35
Nueva York, 7 de junio.
El boricua Miguel Cotto venció con facilidad al argentino Sergio Maravilla Martínez y es el nuevo campeón en peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo. El nuevo monarca se impuso por nocaut técnico con inteligencia, fuerza y velocidad, fórmula con que condujo la pelea a su modo hasta el décimo asalto, al que ya no salió Martínez.
Parecía que el combate no pasaría del primer asalto, cuando la potente izquierda de Cotto lastimó sensiblemente a Maravilla, que cayó tres veces en ese episodio inaugural. Demasiado fácil para el boricua, un infierno para el argentino. Maravilla estaba muy mal, mientras Cotto estaba convertido en una bestia salvaje, preciso, letal, con rapidez y fuerza como para terminar en cualquier momento el combate.
En el segundo episodio, Maravilla volvió a caer, aunque esta vez fue un tropiezo y no un golpe lo que lo mandó a la lona. Sin embargo, Cotto seguía espectacular e implacable.
Al tercer asalto, Maravilla logró meterse a la pelea y envió la derecha al boricua para demostrar que también podía hacer daño. Pero Cotto era el dueño del espectáculo, con un boxeo impecable y un juego de piernas dignos de cátedra.
Cada episodio era una copia del precedente, donde Cotto iba hacia el frente con mucha decisión y muy buen plan de ataque, mientras Maravilla retrocedía con trabajo y muchos problemas para salir de los embates que lo arrinconaban.
La zurda de Cotto es un arma poderosa a la que Maravilla no supo cómo evitar. Cada tanto lo visitaba ese puño violento haciendo estragos, mientras que el argentino buscó contragolpear con la derecha, que alcanzó a conectar algunas veces con fuerza, pero sin descontrolar al boricua.
Las piernas de Martínez fueron su punto débil, lentas y fuera de ritmo, incapaces de responder para evitar el ataque de Cotto. La pelea no le salió al argentino, ante un retador que tenía todo en los puños y en los pies.
En cada episodio se notó la superioridad del boricua, que en el noveno parecía que estaba otra vez a punto de noquear. Metió un violento upper que descompuso el rostro de Maravilla, que para ese momento no sólo sufría el castigo de la izquierda, y recibía combinaciones arriba y en el cuerpo. El argentino ya estaba muy lastimado en ese episodio y con las piernas tambaleantes. Este Maravilla estaba irreconocible. Cotto también su mejor versión en mucho tiempo, producto del trabajo acertado de su entrenador Freddie Roach.
Al inicio del décimo asalto, Maravilla se quedó en su esquina. La pelea estaba perdida y el castigo ya era innecesario.