Desde abril pasado no funciona uno de los equipos de resonancia magnética del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez; una situación que los trabajadores preveían y no se atendió. Además de la afectación en el programa de enseñanza para los médicos residentes de Neurorradiología, los enfermos considerados como de prioridad son enviados a servicios privados, en particular al Laboratorio clínico Olab, porque supuestamente ofrece precios especiales.

De acuerdo con información del Instituto, los costos para los pacientes son más altos, del doble con respecto a las propuestas que hicieron otras empresas. Además, en el laboratorio privado no se toma en cuenta el nivel socioeconómico, con base en el cual los usuarios pagan tarifas diferenciadas por los servicios que reciben dentro el hospital.

En el caso de una resonancia magnética el costo con equipo del INNN oscila entre 600 y 7 mil pesos, según el nivel socioeconómico estipulado según estudio del paciente. En cambio, en el laboratorio Olab, el costo general es de 3 mil 300 pesos si sólo es para tomar imagen de una región anatómica a ser explorada, y sube a casi 5 mil pesos si son dos regiones.

Las políticas sobre la solicitud de estudios de resonancia magnética en consulta externa distribuidas en el INNN a los médicos, señala que cuando se trate de estudios programados con una anticipación de ocho meses o más, se realizarán en el equipo de resonancia que aún funciona en el instituto (de 1.5 teslas, menor resolución).

También se programa en el INNN la realización de estudios en los que se requiera anestesiar al paciente. Médicos consultados por La Jornada explicaron que para obtener una imagen por resonancia magnética se requiere que la persona permanezca en una sola posición largo tiempo y cuando se trata de niños o individuos con dificultades para controlar sus movimientos, puede ser necesaria la participación de un médico anestesiólogo.

Otros enfermos que no pueden ser enviados al servicio privado son aquellos que necesitan estudios con técnicas especiales, denominadas Bold y tractografía. Para poder llevarlos a cabo los equipos deben contar con programas de computación específicos, pues se utilizan para confirmar diagnósticos, de esclerosis múltiple (técnica Bold), por ejemplo; y en otros casos, la tractografía es indispensable para que el neurocirujano conozca con la mayor precisión posible la ubicación de un tumor que va a extirpar y su relación con las vías neuronales.

Los lineamientos del INNN señalan que los estudios de resonancia simple y con medio de contraste que deban realizarse antes de los ocho meses, se solicitarán al Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.

El mismo documento indica que en el caso de pacientes que necesitan la resonancia magnética de prioridad en tiempo se les debe informar que pueden acudir al gabinete de su preferencia y en el área de informes les darán alternativas. Enseguida puntualiza sobre los servicios del Laboratorio Olab.

Algunos trabajadores resaltaron que el INNN promueve a esta empresa y no otra donde los pacientes podrían obtener precios más bajos por el mismo estudio.