Gobierno federal y estatal de Oaxaca negocian la restructuración de la nómina del magisterio de la entidad, uno de los principales bastiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Según los representantes gubernamentales, esta adecuación deberá correr en paralelo con la elaboración de una nueva ley de educación en la entidad, en estricto apego a la reforma constitucional en la materia, aunque los integrantes de la disidencia magisterial insisten en la abrogación de la enmienda a la Carta Magna.

La dirigencia de la sección 22 de la CNTE afirmó que el proceso significa la garantía de estabilidad laboral para todos los miembros de este grupo, integrado por 76 mil trabajadores de la educación, incluidos alrededor de mil 500 comisionados quienes participan en labores de representación sindical o en el instituto de educación de la entidad.

Rubén Núñez, líder del magisterio oaxaqueño, dijo al término de una nueva reunión con el gobernador de la entidad, Gabino Cué y funcionarios federales: Ningún compañero quedará fuera de la nómina de trabajadores de base. Confían en que la nueva nómina quede lista antes de que concluya el año.

También buscan el reconocimiento de los derechos adquiridos de la propia sección 22, en más de tres décadas de lucha como bastión de la CNTE, constituida, a su vez, en 1979. Es decir, que el gobierno no negocie con la sección 59, a la cual los de la 22 califican como espuria.

El mandatario estatal confirmó el sentido del encuentro, realizado en la Secretaría de Gobernación (Segob): Vamos avanzando de manera importante en este proceso de regularización de plazas, sobre todo por trámites que estaban ahí (atorados) en la tubería de la burocracia.

La restructuración de la nómina es un paso fundamental para la construcción de la ley de educación pública en Oaxaca, una de las entidades que a juicio del Ejecutivo federal incumplió la obligación de armonizar en tiempo y forma las normas locales con la reforma constitucional en materia educativa.

El Ejecutivo ha interpuesto diversas controversias constitucionales; en lo que toca a Oaxaca acusa a la entidad de incurrir en omisión total, es decir, no generar ninguna ley en la materia.

Cué aseveró que a más tardar antes de que inicie el próximo ciclo escolar, la entidad tendrá una nueva ley educativa.

Hay avances importantes a nivel en este proceso de elaboración de la ley estatal de educación pública. Oaxaca está en falta en virtud de que apostó a un proceso democrático para escuchar las voces de los maestros y maestras, expresó al término de la reunión con los dirigentes magisteriales y el subsecretario de Gobierno de la Segob, Luis Enrique Miranda Nava.

Mencionó que el ciclo escolar no está en riesgo, porque se han venido regularizando las clases que se perdieron el año pasado, a consecuencia de las manifestaciones en contra de la reforma educativa, encabezadas, entre otros, por el magisterio de Oaxaca, que pide la abrogación de la enmienda a los artículos tercero y 73 constitucionales.

Sin embargo, Cué dejó en claro que no es posible la abrogación y, por el contrario, dijo que en la elaboración de la ley educativa para Oaxaca no se violará el sentido de la constitucional.