Componen la exposición objetos del naturalista y ejemplares vivos que le añaden realismo
Los visitantes podrán conocer un rincón de su estudio, algunos de sus manuscritos e instrumentos que utilizó en sus viajes
Se incluye una sala adicional dedicada a la biodiversidad mexicana
Sábado 14 de junio de 2014, p. 6
Un viaje a través de la ciencia se ofrecerá a partir de hoy en el Antiguo Colegio de San Ildefonso con la exposición Darwin, que remite al periplo que emprendió el naturalista inglés hace 183 años.
La muestra conjuntada originalmente por cinco de los museos de historia natural más importantes en el mundo el American Museum of Natural History, de Nueva York; el Science Museum, de Boston; el Field Museum, de Chicago; el Royal Ontario, de Toronto, y el Natural History, de Londres, expondrá desde taxidermia hasta objetos personales del hombre que revolucionó de alguna forma el concepto acerca de los seres vivos, incluyendo los humanos.
Desde un rincón de su estudio en la Down House, de la capital británica, hasta algunos de sus manuscritos, así como su lente de aumento y otros instrumentos que utilizó en el paradigmático viaje a bordo del Beagle durante cinco años, parte de la interesante vida de Charles Darwin, podrá ser conocida por los visitantes, quienes tendrán también la oportunidad de visitar una sala adicional, dedicada a la rica biodiversidad mexicana.
Realismo y vida
Ejemplares vivos, como una tortuga de Galápagos, un armadillo, dos boas y un conejo zacatuche, proporcionados por el Zoológico de Chapulltepec, añadirán realismo a la muestra que abarcará mil 105 metros cuadrados en ocho salas, las cual permanecerá abierta hasta el 21 de septiembre.
Como se indica en el folleto de la muestra, ésta se monta en nueve grandes temas, después de la introducción: el mundo antes de Darwin, el joven naturista, la vida y obra , su viaje en el barco, Londres, su estudio, la ciencia contemporánea , el jardín botánico evolutivo y la mencionada sala mexicana.
El visitante podrá maravillarse con lo encontrado por Darwin en las islas Galápagos, donde, por decir lo mínimo, habita el único de los cormoranes que no vuela.
En 1859, a sus casi 50 años de edad, Darwin cimbró al mundo científico y a la buenas conciencias con la publicación de su obra más celebrada El origen de las especies, parteaguas que revolucionó para siempre la comprensión de la existencia de la vida en la Tierra .
Mediante la observación, el análisis riguroso y una investigación que le llevó más de 20 años, Darwin postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un ancestro común y se han diversificado mediante un proceso de selección natural .
Con la aparición del ser humano, surgió la selección artificial gracias a los procesos de domesticación y crianza de animales y cultivos diversos.
Con evidencias fósiles que dan cuenta del tiempo geológico y de vidas anteriores, Darwin estableció que la diversidad observada en la nauraleza –incluido el ser humano– se debe a las modificaciones acumuladas derivadas de la sobrevivencia y la reproducción diferencial a lo largo de sucesivas generaciones, entre las cuales sólo trascienden los individuos más adecuados al ambiente.
La teoría darwiniana, puede decirse, cimentó las bases de la biología moderna.
Mociño, excepcional
El elemento adicional de la muestra, la mencionada sala de la biodiversidad mexicana, ha sido asesorada por José Sarukhan Kermez, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), y entre otros detalles se mostrarán las aportaciones del gran naturalista mexicano José Mariano Mociño, cuyos trabajos en el siglo XIX lo situan en el mismo nivel que Alexander von Humboldt.
Mociño, a decir de Carlos Galindo Leal, director de Comunicación de la Ciencia de la Conabio durante la presentación de la muestra, fue un naturalista fascinante, nacido en Temascaltepec, estado de México, que se dio a la investigación natural desde Nicaragua hasta Canadá y que, auxiliado por alumnos de la Academia de San Carlos, colectó unas 2 mil láminas, algunas de las cuales estarán en exhibición.
Galindo Leal abundó sobre la biodiversidad nacional y apuntó que en la isla Socorro, en el Pacífico, pronto se reintroducirá la paloma endémica de ese lugar, ave que se creía extinta, y que en la isla Clarión se encontró una serpiente nocturna, ejemplar que también se pensaba desaparecido.
La exhibición cuenta con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y diversas dependencias de ella, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Gobierno del Distrito Federal, así como organizaciones particulares.
Durante los tres meses de estancia habrá conferencias, talleres, proyecciones, presentación de un libro y, desde luego, visitas escolares.
Los horarios son: martes, de 10 a 19:30 horas. De miércoles a domingo, de 10 a 17:30 horas. La admisión es de 45 pesos, con descuentos para estudiantes y académicos. Martes, gratuito.