Llegó el futbol
e la mano de Colombia, Grecia, Costa Rica, Uruguay, Italia e Inglaterra, este fue un sábado de festín futbolero, de una enorme pasión en las gradas. Futbol en estado puro en los tres partidos. Mejor, imposible.
Sorprendentes los costarricenses. Nunca se achicaron ante los bravos y experimentados charrúas y acabaron brindando una tremenda exhibición futbolera. No se les esperaba, pero llegaron con estruendo.
Virtuosos los colombianos ante los rocosos griegos, que nunca regalan nada. Tienen en sus filas a un finísimo jugador llamado James Rodríguez. Es un zurdo prodigioso, con una visión de juego que todo lo abarca.
Fue un partido duro, como el de los costarricenses y uruguayos. Es esa clase de duelos que encandilan, con un espectacular colorido en las gradas. Media Colombia estaba en el estadio.
El plato fuerte corrió a cargo de italianos e ingleses. Rivales de toda la vida, las oncenas dejaron la piel en la verde pradera del estadio de Manaos, en el corazón amazónico.
Rodeados de una humedad que rondaba 90 por ciento, los italianos mostraron su latino colmillo. Con la azurra no caben parpadeos. No perdonan nunca.
Fue el partido más intenso de los siete jugados hasta ahora. No en vano eran dos campeones mundiales, cada quien defendiendo su estilo de juego. Si algún equipo sabe defenderse en el mundo del futbol es Italia. No hay peor escenario que ir un gol debajo de los italianos. Es como subir el Everest sin oxígeno.
Impresionó ver al incombustible Andrea Pirlo manejar los hilos de su equipo. Es un futbolista de otro planeta. Fascina su aversión a tirar centros a la olla del área chica. Lo suyo es futbol en estado puro, sus piernas parecen pinceles. Puro arte.
Bellos partidos sabatinos. Ojalá marquen tendencia.
Twitter: @josetxoZ