Con el propósito de fortalecer la democracia participativa en esta ciudad, ayer se puso en marcha en Iztapalapa el programa Unidades de Control Social, mediante el cual los habitantes de esa demarcación determinarán cuáles son los principales problemas que enfrentan y las autoridades delegacionales estarán obligadas a resolverlos con planes específicos, tiempos determinados, la suficiencia presupuestal necesaria y, sobre todo, con la vigilancia de los ciudadanos.

Este esquema –nuevo en esta capital y en el país– arrancó ayer con una asamblea vecinal en la colonia Leyes de Reforma tercera sección, en la que participaron el titular de Iztapalapa, Jesús Valencia; la diputada federal Aleyda Alavez y el ex asesor de la Organización de las Naciones Unidas, Edgardo Buscaglia. Ahí, la gente alzó la voz, se quejó y enlistó los problemas más sentidos que viven a diario. Al final coincidieron en los tres problemas que requieren pronta solución: la construcción de una clínica de salud, una bibilioteca y un Centro de Desarrollo Infantil.

Luego, tanto Jesús Valencia como Aleida Alavez se comprometieron con los colonos a que en un mes –también en asamblea– les llevarán una propuesta de solución, la cual incluirá tiempos, acciones y recursos económicos suficientes. Los habitantes de la colonia Leyes de Reforma votarán por el problema al que haya que dar pronta solución, el cual deberá tener una respuesta concreta para diciembre próximo. Para ello se definirá una representación vecinal –será la Unidad de Control Social–, la cual vigilará que se cumpla.

Garantiza soluciones

En su intervención, Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia, dijo que es un esquema que fortalece la democracia participativa y garantiza que se puedan ir resolviendo los problemas sociales que más afectan la convivencia diaria de la gente. El ex representante de las Naciones Unidas informó que en breve se aplicará en zonas de Tlalpan.

Jesús Valencia detalló que ese mecanismo de participación ciudadana se extenderá, en breve, a las colonias Ejército de Oriente, Ejército de Oriente-Peñón, Ejército de Agua Prieta y Desarrollo Urbano Quetzalcóatl. Estimó que en diciembre serán nueve.

Remarcó que la principal diferencia de las Unidades de Control Social con el presupuesto participativo –previsto en la ley– es que éste último está muy acotado en cuanto a presupuesto, pues cada colonia de Iztapalapa dispone de 300 mil pesos, cuando por medio del primer esquema se pueden destinar millones de pesos para atender problemas sociales más fuertes.

La diputada Aleyda Alavez añadió que buscará conseguir recursos federales para que los asuntos que más aquejan a los vecinos tengan respuesta definitiva. Asimismo, fortalecer las decisiones de la ciudadanía y hacer valer sus derechos sociales, lo que ayudará a restablecer el tejido social y la relación de la gente con las autoridades.