En los 12 años de gobiernos panistas hubo espacio para que grupos empresariales tomaran posiciones de control que le correspondían al Estado y asumieron un peso desmedido en la definición de la política pública, afirmó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en tanto que el titular de Hacienda, Luis Videgaray, advirtió que reformar no es hacer magia, y reconoció que el gobierno federal sabía que el proceso de modificaciones implicaría incertidumbre, resistencias y un tenso debate, incluso costos para la economía al inicio de su implementación.

Al participar en el encuentro de cónsules honorarios de México, que tiene lugar en la cancillería, ambos funcionarios defendieron las llamadas reformas estructurales. Por la mañana, Ildefonso Guajardo llamó a “no dejarse engañar por el análisis cortoplacista sobre la dinámica económica del país, en respuesta a las previsiones del Fondo Monetario Internacional, el cual considera un crecimiento para México de apenas 2 por ciento para este año –por debajo del 2.8 por ciento estimado en abril– y que no alcanzaría el pleno empleo, sino a finales de 2017.

Tras señalar que si antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte México recibía 2 mil 800 millones de dólares en promedio en inversión extranjera, en 2013 se rompió el récord histórico con 38 mil millones de dólares y este año habrá grandes anuncios en sectores como el automotriz y el aeroespacial, porque los agentes económicos están viendo la transformación del país y la viabilidad de la economía en el mediano y corto plazos, Guajardo reiteró que existen condiciones que hacen prever al gobierno federal un crecimiento cercano a 3 por ciento.

A pesar de lo que algunos analistas críticos han comentado sobre la desaceleración de arranque en estos dos años de la economía, no nos equivoquemos. El cortoplacismo en el análisis de la dinámica económica no nos debe engañar, insistió al participar en dicho encuentro de cónsules, aunque admitió que a pesar de su estabilidad financiera e inserción a la globalidad, México busca todavía consolidar una tasa de crecimiento sostenida para garantizar los empleos necesarios.

Refirió que los índices de crecimiento promedio en los últimos 30 años han sido de 2.4 por ciento, insuficientes para crear los empleos que la economía nacional necesita, hecho que no se debe a que haya malos economistas en México, sino a que no hubo, hasta la llegada del presidente Enrique Peña Nieto, un operador político eficiente para alcanzar acuerdos, como los que produjo en su momento el Pacto por México.

Por la tarde, Videgaray insistió en la pertinencia de las reformas y aseguró que la democracia está ya dando resultado a los mexicanos, como lo evidencia el acuerdo de las principales fuerzas políticas para impulsar los cambios en materia educativa, telecomunicaciones, energía y hacienda.

Sabíamos que el proceso no resultaría fácil. Reformar no es hacer magia, es cambiar a profundidad la estructura de la economía que nos ha impedido crecer por más de 30 años, subrayó. Posteriormente reiteró que entre 2014 y 2018 se espera invertir en infraestructura 7.7 millones de pesos –unos 450 mil millones de euros–, además de agilizar el gasto público para profundizar la generación de empleos.