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La Jornada en Brasil 2014

Aficionados, con matracas y cornetas, gozaron las atajadas de Ochoa ante Brasil

Capitalinos abarrotan bares y cantinas; cubetazos de cerveza, los más socorridos

La calle también se llenó de personas que vieron el partido sin necesidad de consumir

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Los bares de la capital lucieron llenos durante el partido de México contra Brasil. Arriba, aficionados en una cervecería del Centro Histórico celebran una de las paradas del portero mexicanoFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de junio de 2014, p. a17

Decenas de capitalinos se dieron cita en distintos bares de la ciudad para observar el partido entre las selecciones de México y Brasil de la Copa Mundial de futbol que se lleva a cabo en el país sudamericano.

En la colonia Condesa, establecimientos de las avenidas Tamaulipas y Nuevo León fueron muy concurridos, principalmente por jóvenes que en su mayoría iban vestidos con la camiseta del equipo mexicano.

Sin embargo, los restaurantes de la zona no corrieron con la misma suerte; incluso ya muy entrado el primer tiempo del encuentro se observaron varios locales semivacíos, mientras a pocos metros los empleados veían cómo los bares recibían más clientes.

Aunque el partido terminó 0-0, los aficionados no dejaron de emocionarse con las jugadas de gol generadas por el equipo tricolor y las atajadas del porte- ro Guillermo Ochoa, así como las expresiones de preocupa-ción cuando los brasileños daban muestras de peligro en la portería nacional.

En lugares como la Cervecería de Barrio, King’s Pub, Mojito Room, la mayoría de los clientes consumieron cerveza, con precios que llegaban a 50 pesos por un tarro pequeño, aunque no todos los que vieron el partido tuvieron que consumir, pues hubo quienes pudieron ver el encuentro desde la calle sin necesidad de entrar al establecimiento.

Al final del partido los asistentes a estos establecimientos, algunos con pequeñas matracas y cornetas, hasta uno con un gran sombrero, se vieron satisfechos por el resultado, y mientras unos optaron por retirarse, otros permanecieron en sus lugares para comentar el juego.

En la Zona Rosa también los bares y cantinas fueron los lugares que mayor clientela registraron. En las calles de Génova y Hamburgo decenas de personas se concentraron en los pequeños establecimientos, donde predominó la venta de cubetazos de cervezas.

Allí también, muchas personas se apostaron frente a los negocios para observar el partido sin necesidad de consumir, desde transeúntes hasta trabajadores de limpia que se dieron un descanso para ver el juego.