El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, negó que con la creación de las normas 30 y 31 se pretenda dar manga ancha a los desarrolladores de vivienda para que erijan el número y los niveles que deseen. Por el contrario, atajó, lo que se busca es evitar abusos, como ocurrió con la norma 26. Sin embargo, comités vecinales de las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez manifestaron su rechazo a los nuevos ordenamientos, pues, acusaron, lo que se pretende es vender el suelo al mejor postor.

Aunque la propuesta de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) plantea que en el caso de la norma 31 las constructoras podrán incrementar la superficie máxima de edifiacción y el número de viviendas permitidas en los programas delegacionales y parciales de desarrollo urbano, incluso en colonias que ya están saturadas, Mancera Espinosa afirmó que eso no sucederá.

Dijo que lo que se busca es una mayor regulación en la construcción de viviendas; sin embargo, reconoció que en el propósito de tener una ciudad compacta, esto implica encontrar los terrenos baldíos donde se pueda realizar construcciones verticales.

Aunque la Seduvi evitó hacer comentarios respecto de este asunto, con el argumento de que aún está en análisis, ayer su titular, Simón Neumann, manifestó a diputados de la Asamblea Legislativa su interés en que la iniciativa se lleve al pleno en el periodo extraordinario programado para finales de mes.

Algunos legisladores advirtieron que sería demasiado apresurado, pues hay objeciones a modificar el fideicomiso de transferencia de potencialidades, a excluir a las delegaciones en la toma de decisiones, además de que hay el riesgo de generar zonas excluyentes, como Santa Fe.

En tanto, representantes de comités vecinales de las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc se manifestaron en contra de la creación de las nuevas normas 30 y 31, al considerar que se pretende vender el suelo al mejor postor y construir edificios a destajo, lo que acrecentaría el caos y el desorden que se vive en la ciudad.

Señalaron que en lugar de cederles más estímulos, se debe sancionar los abusos de los desarrolladores, que incumplen con la ley, como el caso de la torre Mitikah, que se levantó a pesar de las irregularidades exhibidas por la propia comunidad.

Diana Sánchez, del comité del pueblo de Xoco, indicó que se reunirán con el jefe delegacional, Jorge Romero, para tratar el tema de los desarrollos inmobiliarios y hacer manifiesta su inconformidad por las nuevas normas.

A su vez, integrantes del movimiento Ciudadanos Sí Roma-Condesa, indicaron que la autorización para construir edificios a destajo es preocupante, porque antes tendrían que decir cómo van a resolver el problema del agua, el drenaje y el estacionamiento en las zonas saturadas.