Pampulha, 19 de junio.

Los chilenos atesorarán la pelota con la que ganaron a España y piensan ponerla en un museo, mientras que la FIFA condenó los hechos violentos con que los hinchas de ese país festejaron el triunfo sobre Australia, por lo que la Federación de Futbol de Chile plantea aplicar sanciones e impedirles el ingreso a los estadios.

Los chilenos se llevaron la pelota usada en su victoria del miércoles ante España en la Copa Mundial y esperan poder ponerla algún día en un museo de futbol. La pelota está en el hotel, expresó el presidente de la federación chilena de futbol Sergio Jadue.

Sobre los desmanes provocados por hinchas de su país, el directivo dijo que este hecho debe ser condenado. He pedido al secretario de la ANFP (Federación Chilena de Futbol) analizar que sanciones podemos aplicar en Chile.

Más de 80 aficionados sin entradas forzaron el ingreso a la sala de prensa del templo del futbol brasileño con la intención de colarse al partido de su selección con España, pero fueron detenidos y fichados por la policía brasileña, que además les dio un plazo de 72 horas para que salgan de Brasil.

Jadue lamentó los hechos ocurridos y reveló que la FIFA abrió un expediente en contra de Chile debido a las bombas de ruido que explotaron durante el primer partido de su selección con Australia.

La FIFA, por su parte, condenó los incidentes y calificó el hecho de embarazoso. Será la comisión disciplinaria quien determine si se abre un nuevo expediente a Chile por el vergonzoso hecho.

Evitar a Brasil en la seguna fase

En lo deportivo, la federación informó que el mediocampista Charles Aránguiz, autor de uno de los goles en el triunfo sobre España, tiene un esguince leve en la rodilla derecha que no lo descarta para el choque del lunes contra Holanda, clasificada con seis puntos al igual que los chilenos. El resultado definirá cuál de los dos termina primero y evita un posible cruce contra Brasil en la siguiente ronda.

Los holandeses, por su parte, entrenaron en Río de Janeiro sin Bruno Martins Indi, pues el defensor se quedó en Porto Alegre después de sufrir una presunta conmoción cerebral en la victoria 3-2 sobre los australianos.

El delantero Robin van Persie realizó ligeros ejercicios de calentamiento y luego subió las empinadas gradas con vistas al campo para sentarse con su esposa y sus hijos pequeños a observar y animar a sus compañeros.

Los holandeses terminaron su sesión de entrenamiento justo a tiempo, pues la pertinaz lluvia se convirtió en un fuerte aguacero un par de minutos después de que concluyeron los ejercicios.