Ginebra, 19 de junio.

Aproximadamente 500 mil niños menores de cinco años están en riesgo de desnutrición aguda en Malí y 1.5 millones de personas no tienen suficientes alimentos, dijo este jueves el director de operaciones humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

John Ging, quien estuvo la semana pasada tres días en Malí, dijo en una conferencia de prensa que el pueblo maliense necesita más ayuda para hacer frente a la muy grave situación.

Solicitó a donantes fondos adicionales, y señaló que la ONU ha recibido sólo 135 millones de dólares –o 24 por ciento– de los 568 millones que requiere este año para esa nación.

La situación es extremadamente frágil. Ya es negativa y puede empeorar mucho más, enfatizó Ging

El norte de Malí cayó bajo el control de separatistas de la etnia tuareg y después a manos de extremistas islámicos vinculados a Al Qaeda tras un golpe de Estado en 2012. Una intervención encabezada por Francia expulsó el año pasado a los extremistas, pero los tuaregs han arremetido contra el gobierno asentado en Bamako.

El mayo, tuaregs recuperaron el control del poblado de Kidal después de un combate en el que murieron ocho soldados, seis funcionarios locales y otras dos personas en lo que el gobierno describió como una declaración de guerra. Se determinó un cese al fuego bajo mediación de la Unión Africana.

Ging dijo que más de 18 mil personas huyeron de sus viviendas en Kidal durante los ataques ocurridos en mayo y que más de 150 mil siguen desplazadas.

Señaló que 85 por ciento de los casi 500 mil niños en riesgo de desnutrición aguda viven en el sur de Malí, mientras en el más escasamente poblado norte de la nación la crisis alimentaria ha empeorado por el deterioro de la seguridad, lo que ha limitado el acceso de la gente a agua, atención médica y educación.