A Edin Dzeko, estrella de los europeos, le anularon un gol por inexistente fuera de lugar
En el último minuto el portero Enyeama desvió un tiro con los pies y el balón dio en el poste
Domingo 22 de junio de 2014, p. 4
Cuiabá, 21 de junio.
Los últimos minutos fueron una batalla: Bosnia intentó con todos los recursos igualar ante Nigeria. Electrizantes segundos de angustia en una victoria por apenas un gol para que los africanos consiguieran los tres puntos dentro del grupo F, donde el conjunto europeo quedó eliminado.
Nigeria llegó a cuatro unidades (empató sin goles con Irán), mientras Bosnia –que hoy sufrió la anulación de un gol legítimo– sigue sin puntos, pues antes perdió 2-1 con Argentina.
Nigeria apretó bien en la primera parte. Aunque durante minutos la disputa ocurrió principalmente en la media cancha, los africanos tenían eventuales destellos de lo mejor de su futbol: velocidad y vigor.
El primer aviso llegó con un cobro a los 10 minutos de juego, en el que Peter Odemwingie disparó un zurdazo que falló sólo por unos centímetros. Y poco después, otra vez los nigerianos acecharon el área bosnia, donde Obi Mikel trató de sorprender con un disparo al arco, pero careció de fuerza para doblegar al portero Asmir Begovic.
Pero Bosnia respondió sostenido por el talento de su estrella Edin Dzeko, quien tras un pase filtrado por Zvjezdan Misimovic llegó al área y mandó la pelota a la red. Sin embargo, el árbitro asistente señaló fuera de lugar y anuló el gol; las repeticiones posteriores demostraron que fue otro caso de mal arbitraje.
Poco antes de la media hora de juego, el vigor africano dio una demostración de su poder, con una carrera vertiginosa de Mikel por el carril derecho, dejando un par de rivales vencidos, hasta el borde del área donde sirvió un delicado centro que sólo necesitó empujar Odemwingie para el 1-0.
Tras la anotación, Bosnia perdió fuelle y parecía urgido por meterse al vestidor para replantear lo que ocurría sobre el campo.
Al regresar del entretiempo, Bosnia recuperó verticalidad y empezó a tomar la rienda de las acciones, pero Nigeria se replegó en una defensa muy compacta que no le cedía un palmo de terreno a los europeos.
La zaga africana a veces estaba compuesta hasta por 10 jugadores que hacían imposible cualquier arribo bosnio.
Eso no significó, sin embargo, que Nigeria quedara postrada en la defensa de su área, porque el juego tuvo momentos de intenso intercambio, donde a cada ataque correspondía una respuesta de la misma intensidad.
Cuando quedaban ocho minutos, Nigeria estuvo muy cerca de aumentar la diferencia, con un disparo violento de Emenike de larga distancia, pero el arquero bosnio alcanzó a empujar con toda su fuerza y dejar a salvo a su escuadra. Este portero también fue responsable de que su equipo no recibiera más anotaciones.
Los últimos minutos se disputaron en el área africana. Los intentos llegaron por arriba y a ras de suelo, pero a veces por la oportuna intervención defensiva o por mera fortuna, los europeos no lograron meterla al arco.
En el 90, Dzeko –jugador del Manchester City– remató frente a la portería, pero las manos del guardameta Vincent Enyeama se quedaron con la pelota.
Casi de inmediato, otra vez Dzeko estuvo cerca del empate, con una media vuelta en el área que el cancerbero apenas pudo desviar a un costado con los pies y en el rebote pegó en el poste derecho.