Militares estadunidenses que brindarán asesoría a las autoridades llegan a la capital
Miles de chiítas fuertemente armados marchan en Bagdad para demostrar su fuerza
Domingo 22 de junio de 2014, p. 17
Bagdad, 21 de junio.
Combatientes del grupo extremista sunita Estado Islámico de Irak y Levante (conocido como Isil) conquistaron en horas recientes varias ciudades en el oeste del país, entre ellas la estratégica Qaim, ubicada junto a la frontera siria, mientras miles de chiítas fuertemente armados desfilaron por las calles de Bagdad y otras localidades del país en una demostración de fuerza.
Las fuerzas de seguridad iraquíes se replegaron la noche del viernes de la región de Qaim, en la provincia de Al Anbar, tras varios días de combates contra las fuerzas iraquíes, confirmó el portavoz en jefe del ejército, Qassim Moussawi, quien aseguró que los soldados, con la asistencia de miembros de tribus locales, tratarán de desalojar a los terroristas
de la ciudad.
Un lugarteniente de la policía afirmó que varias familias de la ciudad se unieron a los millones de iraquíes que han huido de los combates en otras localidades del este y norte del país.
Los yihadistas del Isil, grupo escindido de Al Qaeda, se hicieron luego del control de otras dos ciudades: Ana y Rawa, informó el portal Al Sumaria Tv, que citó fuentes de los servicios de seguridad. Los militantes sunitas ya controlan desde enero la localidad de Faluya, en Al Anbar, y partes de Ramadi, la capital provincial.
En el lado sirio de la frontera, en la provincia Deir Ezzor, los rebeldes del Isil luchan contra los milicianos del Frente Al Nusra –ligado a Al Qaeda– por el control de la localidad de Al Raqqa.
Batallas
Los combates también continuaron en otros puntos de Irak. En la ciudad de Tikrit, provincia de Saladino, murieron cerca de 90 personas, entre ellas militares y policías, indicaron fuentes médicas.
Al mismo tiempo se produjeron enfrentamientos entre grupos de insurgentes sunitas que causaron la muerte de 17 personas en la provincia de Kirkuk, informaron un responsable de seguridad y testigos.
Las escaramuzas estallaron el viernes por la noche entre el Isil y el Ejército de los Adeptos de Nakshabandia (JRTN) en Hawija. Varias zonas de Kirkuk están en manos de los insurgentes desde que éstos lanzaron una ofensiva hace más de 10 días con el objetivo declarado, según el Isil, de llegar a la capital.
Los motivos de estos choques no están claros. Según un responsable de seguridad, los combatientes de la JRTN se negaron a entregar sus armas y a jurar lealtad a los yihadistas, pero según testigos los dos grupos se enfrentaron por el control de las cisternas petroleras.
Estos enfrentamientos podrían ser la primera señal de un desmembramiento de la coalición insurgente, compuesta por múltiples grupos, que incluye ex oficiales del ejército del ex gobernante sunita Sadam Husein, movimientos salafistas y miembros de tribus.
Ante el avance de la milicia sunita, miles de combatientes chiítas fuertemente armados marcharon en distintas ciudades con uniforme castrense. Se trata de seguidores del clérigo chiíta radical Muqtada al Sader, quien recientemente llamó a sus seguidores a manifestarse para mostrar que esta rama de los musulmanes tienen la fuerza suficiente para defender sus ciudades sagradas.
Al Sader, quien alguna vez encabezó una milicia que combatió a los efectivos estadunidenses y a quien se responsabiliza de matanzas de civiles sunitas durante la lucha sectaria que alcanzó su mayor intensidad en 2006 y 2007, anunció hoy la creación de una nueva fuerza, los Saraya al Salam (Brigada de Paz, en árabe), cuyos miembros desfilaron por las calles del barrio de mayoría chiíta de Sadr City, en la capital iraquí.
Estos hombres se unen a los miles de iraquíes que ya se han prestado como voluntarios para luchar contra los insurgentes tras la llamada del gobierno, pero especialmente de Alí Sistani, el más alto dignatario chiíta del país.
Los analistas temen que siga creciendo la lucha de poder entre sunitas y chiítas. Durante la época de Hussein la mayoría chiíta del país fue discriminada y tras su caída –2003– los sunitas perdieron poder e influencia, y el gobierno chiíta de Nuri Maliki los mantiene alejados del poder político desde hace años.
El canal CNN informó de la llegada a Bagdad del primer grupo del comando especial –hasta 300 soldados– que Washington envía a Irak para llevar a cabo funciones de asesoría.
Además, soldados estacionados en la embajada estadunidense en la capital iraquí asumirán nuevas labores de vigilancia. Según el diario The New York Times, los militares tendrán que estudiar objetivos de eventuales ataques aéreos contra los rebeldes islamitas.