Adaptación de Luis de Tavira a texto del alemán Bertolt Brecht
Se presenta con la CNT en la Sala Héctor Mendoza, de la compañía
Lunes 23 de junio de 2014, p. a14
En tiempos atroces, en los que impera la injusticia, la codicia del poder y la desigualdad social, Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), lleva a escena una vez más la obra Círculo de cal, versión libre de El círculo de tiza caucasiano, del dramaturgo alemán Bertolt Brecht (1898-1956), para mostrar que aún en los momentos más terribles existe la bondad humana.
Círculo de cal, que este sábado inició su temporada en la sala Héctor Mendoza de la CNT, en la que los actores utilizan máscaras de tela para resaltar sus expresiones, plantea la esperanza de los pueblos, que la gente puede ser bondadosa, solidaria y que todos podemos cambiar.
De Tavira trae a la realidad mexicana el texto escrito por Brecht al final de la Segunda Guerra Mundial, momento de mucha esperanza para el dramaturgo; se trata de la única obra realmente optimista de su dramaturgia.
Para el director de la CNT, la propuesta de Brecht no sólo muestra la realidad y enseña las causas del sufrimiento, también revela que el cambio es posible con la generosidad humana. Brecht hace un homenaje a la ingenuidad como la clave para la transformación del mundo
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En este gran espejo que es el teatro, la obra describe cómo es el juego del poder, el despojo de la tierra, el engaño y la pobreza en la República de Grusinia, donde estalla la guerra civil, y la esposa de un gobernador asesinado huye, pero olvida a su hijo, el heredero de una gran fortuna.
En la adaptación de Luis de Tavira vemos a los caciques, senadores y políticos hambrientos de poder, y al pueblo sobreviviendo a la injusticia.
Grusha es el personaje central del montaje; es una mujer llena de vida y de ilusiones, que sucumbió a la terrible tentación de la bondad, pero en su extrema debilidad encontró una fuerza capaz de transformar el mundo.
En la historia llena de contrastes entre poder-miseria, amor-abandono, la protagonista en el momento de la máxima expresión del amor por su hijo, manifiesta que no desea que sea rico, porque quiere su felicidad, pues está convencida de que ningún rico podrá ser feliz mientras exista tanta miseria y desigualdad.
La obra inicia con la proyección de un video sobre la disputa de una tierra que lleva a la pregunta: ¿A quién pertenece? ¿Es de los talamontes, de los grandes empresarios que buscan construir megaproyectos o de las personas que han contribuido en su preservación?
El espectáculo con coros hablados y canciones ofrece un retrato de la realidad, tal vez el espectador se reconozca en una de esas máscaras que portan los actores. ¿Frente a qué sucumbimos los mexicanos? ¿De qué manera contribuimos al sufrimiento humano? ¿Por qué nos reímos de las desgracias?, son muchas preguntas las que surgen al ver Círculo de cal.
La obra cuenta con la dramaturgia de Eduardo Weiss y Luis de Tavira; música original de Rafael Fuentes Orduña, El Gato; diseño de escenografía e iluminación de Philipe Amand, dramaturgia corporal de Citlali Huezo y vestuario de Jerldy Bosch.
Con la actuación del elenco fijo de la CNT, Círculo de cal se presenta desde ayer y hasta el 6 de julio con funciones los miércoles, jueves y viernes, a las 19 horas, sábados a las 18 horas y domingos a las 17 horas en la Sala Héctor Mendoza de la Casa de la Compañía Nacional de Teatro (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán). La entrada es gratuita y el cupo limitado, por lo que se debe hacer reservación en [email protected]