ace cuatro años los jugadores españoles fueron los mejor pagados de las 24 selecciones participantes en el Mundial de futbol celebrado en Sudáfrica. Cada uno recibió 800 mil dólares al obtener la roja el trofeo máximo. Conscientes de la crisis económica global de entonces, los jugadores españoles renunciaron a cobrar primas por disputar los partidos previos al Mundial y declararon que parte del dinero que recibieran por ser campeones lo destinarían a obras sociales. La FIFA pagó 40 millones de dólares a la Federación de España por haber ganado el certamen.

Para el Mundial que ahora se juega en Brasil, la Real (¿) Federación Española de Futbol y los capitanes de la selección, Íker Casillas y Xavi Hernández, acordaron que, de refrendar el título, cada jugador recibiría un millón de dólares, 200 mil más que hace cuatro años. Pero no les interesaba el dinero, dijeron, sino intentar ganar para nuestro país con buen futbol, a seguir haciendo historia. Algunos comentaristas deportivos y legisladores calificaron esa prima como desproporcionada, un insulto a la mayoría de los ciudadanos agobiados por la crisis, con una tasa de desempleo de 26 por ciento y miles obligados a dejar el sitio donde viven por no poder pagarlo. Esos jugadores recibirían más del doble que lo prometido a los de Alemania (primera economía de Europa y que no está en bancarrota), en caso de ganar el torneo.

Abundan también los jugadores participantes en esta Copa que son millonarios en dólares. Un ejemplo: Leo Messi, el argentino que juega en el Barcelona. La hacienda española lo acusó de defraudar casi 7 millones de dólares entre 2007y 2009 cuando obtuvo ingresos por 14 millones de dólares sólo por la explotación comercial de su imagen a cargo de grandes empresas. El juez que lleva el caso lo declaró inocente pues su papá es el que lleva las cuentas del gran capital y el encargado de pagar los impuestos. Luego del escándalo mediático, Messi cubrió lo evadido y abonó otros 14 millones de dólares por lo recibido en 2010 y 2011. Para prevenir posibles problemas con Hacienda.

Otro astro retirado de las canchas, Maradona, le debe al fisco italiano 50 millones de dólares. En su defensa, El Pelusa aclaró: No soy un defraudador del fisco. Yo jugaba al futbol y otros firmaban por mí.

En el futbol de México tampoco hay crisis, sobra el dinero. Aunque la economía no crece lo suficiente y la mitad de la población es pobre, el mundo del futbol es el paraíso, y en dólares. Un ejemplo: si Daniel Guzmán, El Travieso, entrenador de los Tiburones Rojos de Veracruz, logra que asciendan a la primera división, recibirá 7.5 millones de dólares del gobierno estatal. Mucho más que Miguel El Piojo Herrera, entrenador de la selección nacional en un año. Veracruz es el quinto estado más pobre y marginado del país.