El presupuesto aprobado para el sector de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en 2014 es el más alto en la historia del país para estos rubros, pues pasó de 0.4 por ciento del PIB en 2013 a 0.51 por ciento, equivalente a 80 mil millones de pesos. Esto debe ser aprovechado por todos los grupos que participan en este sector a fin de generar proyectos inteligentes que redunden en el desarrollo nacional y la solución a los problemas de México.

Así lo expresó el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero, en la ceremonia del inicio formal del 55 Año Académico de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), donde agregó que en el país existen condiciones muy favorables para la CTI, pues se ha dado una alineación de los astros para que el Ejecutivo federal muestre interés y el Legislativo la sensibilidad para el impulso a este sector, lo que se ha traducido en principio en mayores recursos públicos y nuevos programas.

En el acto, Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, tomó posesión como nuevo presidente de la AMC para el periodo 2014-2017 en sustitución de José Franco López, del Instituto de Astronomía de la casa de estudios, quien culminó su encargo al frente de este organismo.

Las condiciones están, la mesa está servida y ese es el punto que nos debe preocupar a los miembros de la academia. Aprovechemos este momento, porque uno de los ingredientes es que exista esta capacidad de diálogo, cooperación y alineamiento de voluntades, apuntó el titular del Conacyt.

Si bien –dijo– se necesita el esfuerzo de los científicos y los representantes de los poderes de la Unión, también se deben sumar a este esfuerzo los empresarios para reforzar y elevar el desarrollo en CTI.

Consideró que los proyectos de largo aliento para absorber el presupuesto para el sector no pueden ser generados desde las directrices políticas, sino desde las instituciones académicas. Asimismo, subrayó que estas iniciativas deben ser creativas para que no se repita lo que hasta ahora se ha venido haciendo.

La intención es que éstos tengan impacto en el desarrollo y crecimiento económico nacional, en la atención a la población y en el bienestar ciudadano.

Por ello, enlistó tres elementos para facilitar la integración del sector: desplegar acciones diferentes a las tradicionales para que los investigadores salgan de sus laboratorios e impulsen mucho más la divulgación de la ciencia, pues el mexicano cree más en la magia que en la ciencia; reforzar la colaboración porque nadie puede asegurar que este alineamiento se prolongue por muchos años; y generar iniciativas para reorganizar el sistema de CTI.

Con anterioridad, el nuevo presidente de la AMC destacó las recientes iniciativas de apoyo a CTI, impulsadas desde el gobierno federal, no sólo porque son algo inédito, sino porque nos marcan el camino por donde debemos seguir trabajando en conjunto con todas las instituciones representadas aquí y las otras instituciones y organizaciones en el país.

Adelantó que su plan de trabajo incluye incrementar la participación de los miembros de la academia; fortalecer y ampliar sus programas, colaboraciones con entidades académicas extranjeras, e infraestructura y capacidad financiera, así como convertir a la institución que ahora preside en un órgano consultivo del gobierno.

José Franco, por su parte, hizo un llamado a la comunidad científica y tecnológica, a las instituciones de educación superior e investigación, al gobierno de la República, al Legislativo y a los sectores productivos a trabajar para consolidar lo que hasta ahora se ha logrado gracias a la colaboración, y a seguir avanzando en los consensos para consolidar el sector de CTI.

Esto sin perder de vista que nuestra meta es lograr que nuestro país alcance el nivel de desarrollo que deseamos, y que este avance se traduzca en una mejor educación, en la reducción efectiva de la pobreza y las desigualdades, y en una mayor calidad de vida para toda nuestra población, finalizó en el auditorio Galileo Galilei de la AMC, donde acudieron representantes de la academia, del Legislativo, del empresariado y del gobierno federal.