En la comunidad de La Mira llevaban rato pidiendo que José Manuel Mireles se apersonara, porque era el único líder en quien confiaban para instalar su consejo ciudadano y su autodefensa local. Les duró poco el gusto.

Un día después de que llegaran al poblado cercano a Playa Azul, el médico calentano y 69 de sus hermanos de armas fueron detenidos por fuerzas federales y estatales. Se les acusa de portar armas prohibidas, según la versión oficial, aunque quizá sea justo decir que su principal delito es haber desafiado al gobierno.

No sé a qué está jugando el gobierno: ¿quiere la paz o quiere violencia en Michoacán?, dijo Semeí Verdía, comandante de la policía nahua de Aquila y uno de los dirigentes de los comunitarios que apoyan sin dobleces a Mireles.

Poco después de la aprehensión de Mireles, las autodefensas de la zona bloquearon la carretera 200, que corre a lo largo de toda la costa michoacana. Tenemos bloqueos en Caleta de Campos y en Huahua, y ahorita estamos viendo instalarlo en Coahuayana (límites con Colima), dijo Verdía.

Mireles fue detenido mientras comía en El Pollo Feliz, muy cerca del infaltable monumento a Lázaro Cárdenas, pasaditas las cinco y media de la tarde. Pobladores de La Mira que atestiguaron el operativo oficial aseguran que participaron alrededor de 30 vehículos gubernamentales y que se escucharon detonaciones. Un policía federal confirmó a un lugareño que hubo choque armado. Otro vecino aseguró que vio pasar vehículos de autodefensas que eran perseguidos por agentes federales.

Detenciones en retén

A unos pocos kilómetros de distancia, en Acalpican, fueron detenidos autodefensas que habían instalado un retén.

A mediodía, en una entrevista radiofónica, el comisionado federal Alfredo Castillo había anticipado el operativo y había dejado claro que la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, invocada para la ocasión, vale para unos y no para otros: Las personas que no pasen a través de las instituciones y que quieran seguir armadas, van a ser detenidas.

La víspera, Mireles, al frente de autodefensas de los municipios de Chinicuila, Coahuayana y Aquila, había llegado a La Mira y declarado su intención de avanzar al puerto de Lázaro Cárdenas y a Morelia, ya que Michoacán sigue en llamas y el gobierno no ha cumplido la promesa de brindar seguridad a los ciudadanos.

En el operativo, según el reporte oficial, participaron elementos de la Procuraduría General de Justicia y de Seguridad Pública locales, así como del Ejército, la Marina y la Policía Federal.

No se informó de la participación de la flamante Fuerza Rural, aunque autodefensas de Tepalcatepec dijeron a este diario que “desde anoche la gente de El Cinco (Alberto Gutiérrez) se estaba preparando”.

Hace mes y medio, integrantes de la Fuerza Rural fueron trasladados en helicópteros oficiales para participar en la detención de 155 falsas autodefensas, la mayor parte en el mismo lugar donde fue aprehendido Mireles.

En Caleta de Campos, donde Mireles ha encabezado varias asambleas populares, sonaron las campanas de la iglesia y se realizó una junta en la plaza, en tanto que la carretera que comunica Guerrero con Colima fue bloqueada con un tráiler.

En la entrevista radiofónica que concedió ayer, el comisionado Castillo reiteró: El señalamiento ha sido muy claro y muy concreto: las personas que estén armadas y que no hayan pasado por el proceso de fuerza rural van a ser detenidas.

Hasta el momento, la mayor parte de los municipios con presencia de autodefensas sigue esperando que los colaboradores del comisionado se den tiempo de hacerlos pasar por el proceso de fuerza rural. Pero ese proceso, a diferencia de la expedita aprehensión del alzado, camina muy lentamente.

“Entre los detenidos está José Manuel Mireles Valverde, a quien le fueron aseguradas armas de uso exclusivo del Ejército”, dijo el comunicado oficial de la procuraduría del estado.

¡Hijos de la chingada! ¿Cuáles armas largas? Él nomás cargaba siempre una pistola. ¿Cuándo lo viste con arma grande?, saltó un autodefensa de Apatzingán, quien se comunicó para informar que las “cosas están muy tensas acá, porque la gente del Pitufo (Estanislao Beltrán) no quiere dejar que hagamos el bloqueo de la carretera”.

La noche de Apatzingán cerró con dos grupos de autodefensas mirándose unos a otros, todos armados hasta los dientes.

La indignación de los comunitarios corre en las redes sociales y en llamadas telefónicas, y no sólo tiene que ver con Mireles.

En Tepalcatepec, según cuenta un autodefensa, el asesinato de un comunitario, su esposa y tres hijos menores, así como una ola de robos que no para, ha provocado el rechazo de los ahora uniformados a la estrategia del gobierno.

Los autodefensas que se han convertido en fuerza rural se quejan de que el comisionado Castillo va contra Mireles, pero permite que circulen libremente, sin uniformes y con armas largas, hombres del comandante Cinco (Alberto Gutiérrez) y del grupo conocido como Los Viagras.

“La gente de El Abuelo (Juan José Farías, fundador de las autodefensas) dice que ya no van a permitir que entren armados a Tepalcatepec, y que si no les hace caso el gobierno le van a ir a aventar a Castillo sus uniformes y sus armas”, afirma el comunitario paisano de Mireles.

Castillo está propiciando una verdadera guerra civil, dice, desde su autoexilio en Estados Unidos, el ex alcalde de Tepalcatepec Guillermo Valencia. Indica que en Michoacán la justicia es selectiva. La cárcel es el fin de todo aquel que piensa distinto del comisionado Castillo. La gente buena es detenida y los malos andan armados en las calles.

En tono irónico, Valencia, uno de los críticos más persistentes del comisionado, se burló de él, quien salió en defensa de grupos de hombres armados que se mueven en las cercanías de Morelia. En un programa de radio, Castillo señaló que si vestían de civiles fue porque sus uniformes no se habían secado debido a que ha llovido mucho.

Seguramente sus patrullas, que son camionetas Nissan, están en el autolavado, porque andan en puras Hummer.

El telón del absurdo cayó, ya por la noche, con el testimonio de vecinos de La Mira, quienes aseguraron haber saludado a Hipólito Mora, fundador de las autodefensas, preso unos meses y liberado por falta de pruebas, en las cercanías del lugar donde fue detenido Mireles.