Samba, capoeira, candomblé, fandango, maracatú, xaxado, caboclinho, maxixé y bumba meu boi, son apenas una pequeña parte de la basta diversidad dancística que forma parte de la historia del pueblo brasileño, marcada por ritmos que pueden llegar a ser totalmente opuestos, pero todos estructurados en el manejo natural y espontáneo del cuerpo humano.

El gran número de bailes populares con los que cuenta Brasil son resultado del encuentro y fusión de las diferentes tradiciones culturales que lo integran, entre las que se encuentran las influencias europeas, africanas y nativas, siendo estas dos últimas las que dotaron a la danza brasileña de movimientos únicos y un colorido inigualable.

La danza contemporánea brasileña ha retomado todos estos aspectos; los ritmos de las comunidades africanas e indígenas, los movimientos de los animales y la naturaleza, la cotidianeidad de los sentimientos y expresiones humanas de los brasileños actuales y los ha fusionado para crear producciones coreográficas sin precedentes y una escena dancística más que vibrante; ha logrado un diálogo y una hibridación de lenguajes y movimientos, acercamientos a la identidad y a las relaciones humanas y a lo que puede aportar la cultura brasileña a la danza.

Grandes compañías como Grupo Corpo, Deborah Colker o Quasar, que llevan una amplia trayectoria, han puesto a Brasil en un alto nivel por medio de sus giras y presentaciones internacionales y nacionales, que tienen como núcleos más importantes a Río de Janeiro, São Paulo y Belo Horizonte.

Al ver al Grupo Corpo bailar en el escenario, liderado por el coreógrafo Rodrigo Pederneiras, el espectador resulta transportado inmediatamente a través de un sendero de emociones a veces incomprensibles; de la relajación al éxtasis. Pasado y futuro, lo erudito y lo popular, influencias foráneas y el color local, y lo urbano y lo suburbano vienen a ser arte. Arte brasileño. Arte mundial, dice acertadamente Helena Katz, profesora y crítica de danza.

El Grupo Corpo ha colaborado con Caetano Veloso y José Miguel Wisnik en su obra magistral Onqotô en lo que es la combinación perfecta entre la danza espectacular de los bailarines que conforman el cuerpo de Corpo y el mágico tremor de la música de tambores e instrumentos ancestrales creada por el par de maestros.

Por su parte, la Compañía Deborah Colker creada por esta coreógrafa, bailarina, escritora y directora de teatro, ha sido aclamada internacionalmente, pues ha obtenido numerosos premios entre los que se encuentran el de Mejor Compañía de Danza del periódico O Globo, Premio Ministerio de Cultura, Premio Rio Danza por Mejor Vestuario, Escenografía e Iluminación, entre otros, gracias a su esfuerzo y creatividad para lograr combinar técnicas que culminan en montajes espectaculares.

La coreógrafa, bailarina, escritora y directora de teatro aprovecha también de las capacidades de los artistas circenses para crear espectáculos diferentesFoto tomada de la Compañía de Danza
Deborah Colker

Deborah Colker escribió, dirigió y coreografió la producción Ovo, del Cirque du Soleil en 2009, donde crea una atmósfera que los humanos pocas veces nos atrevemos a conocer: el mundo de los insectos. Colker se aprovecha de las capacidades de los artistas circenses para crear un espectáculo sin igual, donde se pueden observar hormigas, arañas, mariposas, grillos y escarabajos realizar acrobacias, movimientos y gesticulaciones propias de cada familia de insectos. Podemos ver a los artistas arrastrarse, volar y saltar con una agilidad que solamente un humano conectado a la esencia del insecto puede lograr.

La compañía de danza Quasar, fundada en 1988 en Brasil por Vera Bicalho y Henrique Rodovalho, ha conseguido destacar en el panorama nacional e internacional de la danza contemporánea gracias al desarrollo de un lenguaje propio que ha sido premiado incluso por instituciones mexicanas, como el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana (UAM) por su obra emblemática Mulheres, que habla, a través de la danza, de los misterios del universo femenino, explora sus peculiaridades individuales y colectivas, la danza habita donde el alma femenina. La intención de Henrique Rodovalho no es reveladora, sino que pretende dar una visión distinta donde la mujer, a través de su capacidad de radiar energía, conoce su interior y entiende su existencia.

Henrique Rodolvalho fue invitado a trabajar como coreógrafo asistente de la directora belga Daphné Cornez en la creación del Espectáculo de Apertura de la Copa del Mundo, en Brasil 2014. Es la primera vez que asisto a un espectáculo con un gran equipo, algo masivo que será visto por más de mil millones de personas, dijo el coreógrafo, y agregó Con todas las manifestaciones y problemas que sabemos que existen, creo que ahora es el momento para animar a Brasil, para que todo ocurra de manera tranquila, concluyó.

La escena dancística brasileña conforma un mundo de sensaciones, colores y sabores diferentes a lo que podemos ver habitualmente, pues se nutre de cada aspecto de la vasta diversidad cultural del país más grande de Latinoamérica y que se ha permitido experimentar, fusionar y proyectar a tope todos estos detalles para dotar de una mirada diferente a cada espectador que tiene la oportunidad de sentarse en una butaca a deleitar sus pupilas y el alma.

Grupo Corpo se estará presentando con Onqotô el 23 de julio en el Festival de Danza de Joinville, en Brasil; mientras que la Compañía Deborah Colker presentará Belle el 13 y el 16 de junio en el Teatro Municipal de Rio de Janeiro; y Quasar con no Singular en el Centro Cultural del Banco de Brasil.