El Desacelerador Supersónico de Baja Densidad realizó su primer vuelo con éxito
platillo voladorpara el descenso en Marte
La agencia lanzó el vehículo en forma de disco (que no gira) a más de 45 km desde Kauai, Hawai
Tuvo un acuatizaje perfecto en el Pacífico
Rescatarán la caja negra
para conocer detalles del experimento
Martes 1º de julio de 2014, p. a15
Los platillos voladores nunca han estado en el diccionario de los exploradores espaciales serios; pertenecen a la imaginería de los guionistas de ciencia ficción y de los teóricos de los ovnis que escudriñan el firmamento en busca de señales del arribo de extraterrestres. Sin embargo, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) acaba de presentar el prototipo de una nave para el descenso en Marte que tiene el aspecto de uno.
El sábado, la agencia lanzó la nave en forma de disco (que no gira) a más de 45 kilómetros de altura desde una base de misiles en Kauai, Hawai, sujeta a un enorme globo de helio, y luego observó su descenso a través de la atmósfera. Aunque su gigantesco paracaídas no funcionó del todo bien, el aparato tuvo un acuatizaje perfecto en el Pacífico.
Fue el primer vuelo de prueba del vehículo, llamado Desacelerador Supersónico de Baja Densidad, el cual, en una versión posterior, tal vez algún día hará un descenso suave en la superficie marciana con una carga mucho más pesada de la que es posible llevar con la tecnología de paracaídas que la NASA ha utilizado en los 40 años pasados.
Si bien el gran paracaídas es todavía esencial a esta tecnología –y el sábado algo impidió que se desplegara en forma adecuada–, al comenzar el descenso el anillo exterior del vehículo también se infla para hacerlo más grande y, por tanto, más resistente al viento.
El aire en el extremo de la atmósfera de la Tierra es muy delgado, semejante al de Marte. Llevamos décadas usando los mismos paracaídas
, declaró Ian Clark, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, en una conferencia de prensa el mes pasado. Si queremos llegar a poner a un humano en la superficie de Marte, necesitamos desarrollar nuevas tecnologías
.
La misión del fin de semana, que había sido retrasada muchas veces a causa de los vientos y fue observada en Internet por entusiastas del espacio de todo el mundo, fue calificada de exitosa a pesar de los problemas con el paracaídas, que es del doble de tamaño del que ayudó a descender al explorador Curiosity en Marte hace dos años. Una caja negra
debe revelar a los ingenieros más acerca de lo que falló.
El cofre del tesoro
En cierta forma es una experiencia más valiosa para nosotros que si todo hubiera salido conforme al plan
, señaló el ingeniero de la NASA Dan Coatta. Un barco de la agencia recuperará la caja negra, que se separó del vehículo principal antes del impacto.
“Es el cofre del tesoro –añadió–: presión, temperatura, fuerza. Un video de alta definición. Todas las medidas que son esenciales para entender exactamente lo que ocurrió durante toda la prueba”.
La prueba tuvo tres etapas. Primero el vehículo fue elevado por el globo a unos 37 kilómetros. Cuando el globo se desprendió, el propio cohete del vehículo se disparó y lo impulsó a describir un arco a más de 45 kilómetros de la Tierra. Al comenzar el descenso se desplegó el paracaídas, de 33.5 metros de ancho, y se infló el anillo exterior, el cual debe crear suficiente arrastre para detener la velocidad de caída de Mach 4 a Mach 2.5.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya