Buenos Aires 30 de junio.

Fuerte impacto tuvo hoy aquí la noticia de que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó por aclamación el pedido de Argentina para convocar a los cancilleres de la región, ante la demanda de los llamados fondos buitre, que el organismo consideró como una cuestión de política internacional con implicancias y consecuencias de índole global y sistémicas, que excede los aspectos financieros. La única abstención, pero verbal fue de Estados Unidos

El tema fue presentado por el representante alterno ante la OEA, Julio César Ayala, al iniciar la sesión de este día en la que participaron los representantes de Brasil, Panamá, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Chile, Guatemala, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Dominica, Granada, Nicaragua, Jamaica, Colombia, Guayana, Estados Unidos, Santa Lucía y Canadá, en ese orden.

La decisión de realizar la reunión de consulta de ministros de Relaciones Exteriores del hemisferio para este jueves tendrá como objetivo considerar el tema de la Restructuración de la deuda soberana: el caso de Argentina y sus consecuencias sistémicas.

Mientras esto se decidía en la OEA, tal como informó la agencia oficial Télam aquí, en Estados Unidos Jay Newman, responsable de cartera del fondo buitre NML Capital, del principal y más duro tenedor Paul Singer, acusó a Argentina de no acudir a las negociaciones y dijo que el país se rehúsa a comprometerse a negociar en el futuro, lamentando que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner haya optado por poner a su país al borde de la suspensión de pagos.

Pero el jefe de gabinete argentino Jorge Capitanich sostuvo que su gobierno manifestó claramente su voluntad de pago al depositar el dinero para pagar al 92 por ciento de los bonistas que adhirieron al canje lo que estaba pautado para este 30 de junio.

Consideramos que es un caso inédito en la historia de la humanidad, que un juez pretenda alterar un contrato e impedir el pago a los bonistas que han adherido a la restructuración de la deuda. El caso es motivo de consulta y estudio a nivel internacional, dijo refiriéndose a la decisión del juez Thomas Griessa de suspender el pago del vencimiento de la deuda, sin embargar los fondos.

También agregó que es insólito que se hable de “default técnico” (cese de pago) cuando “Argentina ha hecho los depósitos correspondientes. Es necesario remarcar de modo enfático que cuando un país paga y cumple sus obligaciones financieras no está en default”.

Capitanich recordó que no puede un juez alterar situaciones de carácter contractual surgidas de un prospecto que no fue objetado por la Bolsa de Valores de Estados Unidos y que lo que genera Griessa en este caso es una alteración del mecanismo de cumplimiento de Argentina con sus acreedores.

Advirtió que los recursos del Estado nacional están depositados en la cuenta del Banco Central de la República Argentina a disposición de los acreedores que adhirieron voluntariamente al canje, y que el el gobierno tiene la misma posición de siempre estamos dispuestos y abiertos al diálogo para establecer condiciones de negociación equitativas, justas y legales para el cien por ciento de los bonistas.

Mencionó que el juez neoyorquino no tomó una decisión asociada a una orden de desacato, que no se apropió de los fondos depositados para aplicar su propio fallo, y que el gobierno argentino debe inexorablemente respetar la Constitución Nacional, donde se establece que corresponde al Congreso de la nación el arreglo de la deuda interna y externa, y por eso la restructuración de la deuda fue por ley.

Esto permitió lograr 92.4 por ciento de consenso, quedando fuera 7.6 por ciento que no aceptó el proceso, dijo el funcionario y dejó claro que la deuda no la generó este gobierno y que se trata de “títulos defaulteados en 2001”.

Aclaró con precisión que si el el pago depositado la semana pasada en el Bank of New York no se hace efectivo hoy, día del vencimiento, dará comienzo el plazo de treinta días de gracia que según los contratos tiene el país antes de entrar oficialmente en cese de pagos.

El depósito de los fondos que está desde el pasado 27 de julio fue paralizado por orden del juez que declaró ilegal el pago a los acreedores que aceptaron los canjes, y manifestó que la deuda que el gobierno argentino contrajo con los llamados fondos buitre se remonta a antes de la suspensión de pagos decretada en 2001, cuando se produjo el llamado corralito en este país. Desde entonces, Argentina ha realizado dos canjes de bonos de deuda, en 2005 y 2010, y sólo la minoría casi absoluta sigue litigando. Los tenedores de bonos europeos que entraron en el canje de deuda enviaron un escrito al juez Griesa solicitando que se les aclare por qué declaró ilegal el pago.

Además aseguran que los fondos no pasaron por territorio ni entidades bancarias de Estados Unidos, por lo que deberían acceder a este pago.

Por otra parte y durante la reunión de la OEA, el representante interino de Brasil, Breno Dias da Costa, al apoyar el pedido argentino señaló que la decisión judicial estadunidense sobre el caso de Argentina y los fondos buitre, sienta un precedente sumamente peligroso y eso podría dar margen a problemas futuros no sólo para Argentina y sino para cualquier país que trate de pagar su deuda.

En la misma línea el embajador ecuatoriano, Marco Albuja Martínez, calificó de insólito que el juez Thomas Griesa ordene que se le pague a los acreedores especulativos antes que a los bonistas que optaron por ingresar a los canjes de deuda, así como el hecho de que una “corte pueda ordenar a un banco que le quite el dinero a su cliente y se le entregue a quien la corte crea (…) estamos en el reino de la supremacia absoluta del capital sobre el ser humano y sobre la soberanía de los Estados”.

Alertó asimismo sobre los fondos buitres que son los mismos que en los últimos seis años atacaron los países de África. Compraron deuda externa de un millón de dólares en 200 mil dólares y demandaron por 40 millones a los países más pobres de la Tierra, dijo el diplomático.

Sin dejar dudas el secretario general de la institución, José Miguel Insulza, manifestó su solidaridad con Argentina por la situación en la que se le ha puesto.y resaltó la urgencia de manifestarse pronto sobre este tema.

También informó que extenderá una invitación especial al encuentro para que den su punto de vista, a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; a su par del Banco Mundial, Jim Yong Kim; y al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

Argentina tiene 30 días para resolver la situación con los fondos buitre y evitar el default. Numerosos analistas y medios especializados explicitaron que desde NML, el principal fondo que demandó al país, estarían dispuestos a escuchar una propuesta a pesar de la dura presión, que varios medios mencionan como un chantaje. Es más, Argentina podría acordar un pago a futuro con bonos que no generaría una avalancha de demandas judiciales del resto de los bonistas ni afectaría la cantidad de moneda extranjera en las reservas, señala el periódico Tiempo Argentino.