Con un partido de futbol entre los equipos de la impunidad y la justicia, la organización Hijos México hizo ayer un nuevo acto público para reivindicar la memoria de las víctimas de desaparición forzada e insistir en la exigencia de alcanzar la verdad histórica, encontrar a los desaparecidos y sancionar a los responsables.

En la Plaza de la Soledad, en el corazón del barrio de La Merced, el propósito fue aprovechar la atención que genera el Mundial de Futbol para llevar información sobre la persistencia de este crimen de lesa humanidad, cuyos niveles durante el gobierno de Enrique Peña Nieto han aumentado respecto del sexenio anterior.

Nos gana el Mundial en todas las coberturas mediáticas, por eso mejor decidimos aprovechar la época y hacer ese acto de goles contra la impunidad, explicó el activista Pablo Álvarez.

Es necesario, dijo, llegar a las personas los fines de semana para informar que las desapariciones forzadas no son un problema exclusivo de la guerra de Felipe Calderón contra el crimen organizado, sino un fenómeno que viene de hace mucho tiempo, y que precisamente por seguir impune se sigue permitiendo.

Mayor control que antes

Álvarez consideró que ahora hay un mayor control sobre la poca información que había y cada vez es más complicado identificar los casos de desapariciones forzadas. La esperanza que tenía la gente cuando regresara el PRI es que se iba a terminar la violencia, pero vemos es que no sólo no se terminó, sino que se ha incrementado.

Desde la toma de posesión de Peña Nieto, dijo, cada vez hay más hostigamiento y violencia contra organizaciones sociales, periodistas y defensores de derechos humanos, al tiempo que esta información se oculta para generar la idea de que todo está bien.

Ahora mucha gente sabe de las desapariciones forzadas porque las conoce de primera mano, porque tiene familiares desaparecidos, pero al mismo tiempo tiene más miedo de coordinarse con alguien. Es el regreso del viejo PRI; son las mismas prácticas de los años 70, pero con un extra de tecnología y control, deploró.

En la escuadra de la impunidad, alinearon simbólicamente a varios ex presidentes mexicanos, el Ejército, los monopolios y el capitalismo salvaje y por la justicia participaron madres de los desaparecidos, estudiantes, migrantes y trabajadores. Aunque nadie contó las anotaciones, este último equipo ganó por goleada.