Ofrece disculpas a víctimas y promete castigo contra abusadores
Se reúne por vez primera en el Vaticano con grupo de afectados

Martes 8 de julio de 2014, p. 24
Ciudad del Vaticano, 7 de julio.
El papa Francisco condenó con firmeza “la complicidad” inexplicable de la jerarquía de la Iglesia con los curas pederastas al recibir hoy, por vez primera en el Vaticano, a un grupo de víctimas de abusos sexuales, ante el cual prometió que se “rendirán cuentas” por esos crímenes. Pidió perdón por esos atropellos y los “pecados de omisión” de la Iglesia.
“Desde hace tiempo siento en el corazón el profundo dolor, sufrimiento; tanto tiempo oculto, tanto tiempo disimulado con una complicidad que no tiene explicación”, manifestó en una conmovedora homilía pronunciada durante la misa celebrada en la capilla de la casa Santa Marta, a la que asistieron familiares y seis víctimas de curas pederastas.
“No hay lugar en la Iglesia para los que cometen esos abusos y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie”, subrayó el jefe de la Iglesia católica en un texto escrito y leído por él en español, en el que además expresó que los autores han “profanado la imagen misma de Dios”.
El grupo de víctimas estaba formado por dos británicos, dos alemanes y dos irlandeses, tres mujeres y tres hombres que sufrieron abusos sexuales por religiosos. Los nombres de esas personas, quienes se reunieron individualmente con el pontífice durante media hora, no fueron divulgados.
A las asociaciones de víctimas de todo el mundo que exigen reglas para enfrentar los casos denunciados en la última década, Franciso prometió medidas concretas y mejores políticas, que elaborará la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.
Pese a esos gestos, las asociaciones de víctimas consideran que la jerarquía de la Iglesia no está haciendo todo lo posible para impedir que sacerdotes abusen sexualmente de menores en todo el mundo.
Un grupo de activistas mexicanos envió el jueves una carta al pontífice, en la cual pide “decisiones estructurales para acabar con los curas abusadores”.
Las víctimas piden que las buenas intenciones del Papa se “coagulen” en normas específicas, explicó en México José Barba, ex miembro de los Legionarios de Cristo, de 75 años, víctima del abusador Marcial Maciel, el fallecido fundador de la poderosa congregación, protagonista del mayor escándalo de pederastia de la institución, de quien se dice que gozó durante décadas de la protección de Juan Pablo II.