De mejorías
y ahorros
Economía: migajas, no más
Legisladores de 50 centavos
n el gobierno federal están locos de contentos porque en abril pasado el indicador global de la actividad económica (IGAE) creció
0.5 por ciento en términos reales con respecto a igual mes de 2013 lo que, según sus genios, es muestra inequívoca de la aceleración
que registra el poderoso navío de gran calado
, es decir, el mismo que en las últimas tres décadas a duras penas reporta un avance
anual promedio ligeramente superior a 2 por ciento.
Sin embargo, el panorama no es tan rosa como pretenden pintarlo en Los Pinos y zonas conexas, pues con todo y avance
el citado indicador se mantiene en niveles similares a los reportados en noviembre de 2012, o lo que es lo mismo, en el mes previo a la llegada del nuevo
gobierno, el que sí sabe
hacer bien las cosas. Entonces, no dejan de presumir migajas, cuando lo que al país le urge es la pieza completa.
Algo similar sucede con el más reciente reporte del Inegi sobre el sistema de indicadores cíclicos. En el mismo mes que se cita líneas arriba, el indicador coincidente se ubicó en 99.8 puntos, apenas 0.03 puntos respecto al mes anterior. En mayo, el indicador adelantado creció
0.11 puntos, para ubicarse en 100.1 puntos. Ambos parámetros, subraya el citado instituto, mejoraron su desempeño respecto a lo publicado el mes precedente
, pero olvidó mencionar que el primero se encuentra en un nivel similar al registrado cuatro años atrás, mientras el segundo se ubica en una posición equivalente a la de abril de 2010. Entonces, ¿mejoría?
Sobre este tema, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados detalla que en el cuarto mes de 2014 el IGAE tuvo un crecimiento real anual de 0.5 por ciento, y aunque fue su quinta alza consecutiva, ello implicó una pérdida de dinamismo dado que dicha cifra fue inferior a la que registró en el mismo mes de 2013, cuando fue de 4.18 por ciento
, es decir, ocho veces más que lo registrado de abril pasado. Entonces, va otra vez: ¿mejoría?
El CEFP señala que el resultado de abril de 2014 se vio influido a la baja por el efecto de la Semana Santa, pues en 2013 se ubicó en marzo, lo que implicó que un año atrás se tuviera un mayor número de días laborables. El valor del índice presenta una pérdida acumulada de 4.87 por ciento con respecto a noviembre de 2012 (máximo histórico), esto ha significado una tasa de reducción promedio mensual de 0.29 por ciento desde esa fecha
. En términos llanos, pues, he allí la mejoría
.
En el detalle, los componentes del IGAE tuvieron resultados heterogéneos, detalla el citado centro de estudios. Las actividades primarias (agropecuarias) perdieron dinamismo al pasar de un alza de 5.19 por ciento en abril de 2013 a un incremento de 1.33 por ciento en el mismo mes de 2014, aun cuando se tuvo una mayor producción de cultivos como trigo en grano, jitomate, frijol, maíz forrajero, chile verde, cebolla, limón, avena forrajera, café cereza, caña de azúcar y papa, principalmente.
Las actividades secundarias (industrial) se deterioraron al pasar de un aumento de 2.7 por ciento a una caída de 0.56 por ciento, originada por los descensos observados en los subsectores de construcción de obras de ingeniería civil; industria química; edificación; maquinaria y equipo; prendas de vestir; equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, y de extracción de petróleo y gas, entre otros.
Y las terciarias (servicios) perdieron fortaleza al ir de un alza de 5.02 por ciento a una de 1.08 por ciento, pese al desempeño favorable de los servicios inmobiliarios; otras telecomunicaciones; servicios de alojamiento temporal; actividades bursátiles, cambiarias y de inversión financiera; servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos, y servicios de remediación, fundamentalmente.
Por otra parte, el CEFP indica que en la primera quincena de junio de 2014 la inflación se registró, oficialmente, un incremento de 0.08 por ciento, su segunda alza consecutiva; además, dicha cifra contrasta con la disminución que registró en la misma quincena de 2013 (-0.05 por ciento). La variación de los precios se explicó, sustancialmente, por la elevación en el costo de los energéticos (gasolina de bajo octanaje y gas doméstico LP), que contribuyó con 0.035 puntos porcentuales; otros servicios (transporte aéreo; loncherías, fondas, torterías y taquerías, y restaurantes y similares) que incidió con 0.031 puntos, y alimentos, bebidas y tabaco (cerveza), que aportó con 0.027 puntos. No fue mayor gracias a la caída en los precios de los productos agropecuarios
.
La variación anual del índice nacional de precios al consumidor fue de 3.71 por ciento, menor a la que se observó el año pasado (4.24 por ciento). Sin embargo, implicó su segunda quincena consecutiva al alza después de lograr su mínimo reciente en la primera quincena de mayo de 2014 (3.44 por ciento). Así, aunque la inflación anual se ubicó dentro del intervalo de variabilidad establecido por el Banco de México (2-4 por ciento), se alejó del objetivo de inflación (3 por ciento)
.
En lo referente al índice de precios de la canasta básica de consumo, se registró un aumento quincenal de 0.2 por ciento en el periodo de referencia. Sin embargo, el crecimiento anualizado fue de 4.7 por ciento, inferior al registrado un año antes (5.69 por ciento) pero, como siempre, mayor al índice general. Ello, desde luego, sin considerar la ordeña
en el contenido de los alimentos industrializados, que ya es práctica común (igual precio por paquete, pero con menos contenido, lo que no es otra cosa que un aumento disfrazado, pero real, que no es considerado a la hora de medir la inflación).
Las rebanadas del pastel
Si de alegría se trata, allí están los legisladores, quienes también están locos de contentos porque según dicen, las leyes secundarias de la reforma
de telecomunicaciones traerá grandes beneficios a los consumidores
. Entre ellos, cacarean, se cuenta el ahorro
que tendrán los usuarios de telefonía (fija y celular) por alrededor de 22 mil millones de pesos, pues se eliminó el cobro por servicio de larga distancia. Qué bueno, pero ¿cuál será el ahorro
promedio real por usuario? ¡Sorpresa!: 50 centavos por día, siempre de acuerdo con la alegre estimación de los gestores disfrazados de legisladores. Anualizado, ese monto es de 183.33 pesos, equivalente a menos de tres salarios mínimos. De ese tamaño son los beneficios
para los consumidores.
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