En el marco del Programa de Vinculación Profesional, la unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) impulsa la formación laboral de los alumnos antes de que completen sus estudios académicos.

Mediante estos programas y convenios se promueve la participación de los alumnos en una modalidad de vinculación profesional interdisciplinaria, ya que el esquema permite a la institución contribuir en el fortalecimiento y desarrollo profesional de sus estudiantes y acerca el conocimiento a los sectores público y privado, explicó Octavio Nateras Domínguez, rector de esa casa de estudios.

Tras encabezar la puesta en marcha de un convenio de vinculación profesional con el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, Nateras Domínguez señaló que es importante que los alumnos ejerzan su profesión en espacios reales antes de concluir, pues les ayuda a adquirir experiencia profesional.

Los alumnos de las licenciaturas en sociología, derecho, economía y administración, manifestó, han hecho contribuciones importantes al funcionamiento del tribunal, aunque, agregó, también se han desempeñado en algunas delegaciones y empresas de la industria automotriz, tecnológicas y del transporte.

Estar en contacto con problemas reales agrega un valor importante en su formación. Por ello pretendemos mantener esta relación, de tal suerte que en la medida de lo posible sean más los estudiantes que participen en proyectos vinculados a las actividades.

Al respecto, Irene Guillén, profesora de administración de la unidad Iztapalapa, indicó que durante los cinco años que lleva vigente el programa han participado alrededor de 300 alumnos. Preparamos a los estudiantes mediante talleres durante los intertrimestres y ya en verano se van a la práctica profesional que dura siete semanas. La ventaja es que hay una gran posibilidad de que se queden a laborar.

Por ejemplo, explicó, “hay un joven que estudió en la UAM-Iztapalapa que entró a una empresa alemana de energías renovables. Realizó sus actividades durante las siete semanas y al terminar lo contrataron, eso fue hace cinco años y actualmente es representante a nivel internacional de una compañía austriaca en México.

Al final de sus prácticas profesionales los estudiantes reciben una carta de experiencia y eso es muy bueno porque generalmente de lo que adolecen los jóvenes es precisamente de la falta de práctica en un lugar de trabajo; eso es lo que aquí les da el valor a los jovenes.