Fortaleza, Brasil, 13 de julio.

Un nombre ideado en la oficina de un coloso financiero global, desaparecido durante la crisis de 2009, se convirtió en unos cuantos años en un grupo de naciones que cobra más peso en la política y economía internacionales. Hay un fuerte mensaje de integración y cooperación, dice el embajador José Alfredo Graça Lima, subsecretario de asuntos políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, al hablar sobre la sexta cumbre de presidentes de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que comienza mañana en esta ciudad.

BRIC fue el acrónimo que el economista Paul O’Neill, de Goldman Sachs, utilizó en un reporte de 2001 para referirse a cuatro países: Brasil, Rusia, India y China, que entonces presentaban mayor potencial de crecimiento entre las naciones en desarrollo. Sudáfrica se unió al bloque en diciembre de 2010 y añadió la S para formar el BRICS, que de momento se quedará en cinco letras, como anticipó la presidenta brasileña Dilma Roussef.

Goldman Sachs colapsó en octubre de 2008 y ese hecho marcó el comienzo de la mayor recesión mundial en ocho décadas. Los países BRICS, cuyos presidentes se reúnen cada año desde 2009, se han convertido mientras tanto en un bloque capaz de establecer una agenda internacional conjunta, explica Sérgio Veloso, investigador del BRICS Policy Center.

Más que un nuevo norte para inversionistas globales, estos países protagonizan la construcción de un nuevo orden mundial, en un proceso en el que no participan Estados Unidos ni los países avanzados de Europa, agrega.

Una vez que cada país albergó una reunión cumbre –la del año pasado fue en Durban, Sudáfrica–, toca a Brasil iniciar una segunda ronda de encuentros entre los líderes políticos de los BRICS. Será en esta ocasión en Fortaleza, la capital del estado de Ceará, en el noreste brasileño, a 2 mil 400 kilómetros de Sao Paulo.

Es una cita en la que se concretarán los primeros pasos de la construcción de un orden diferente que busca el bloque, anunció la Cancillería brasileña. Sobre la mesa fueron puestos 200 mil millones de dólares –cantidad comparable a los 190 mil millones de dólares de reserva internacional de divisas de México– para avanzar en crear dos instituciones propias, que aspiran a ser un espejo ante el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ambos organismos multilaterales controlados políticamente por Estados Unidos y los gobiernos de los países avanzados de Europa.

La primera institución propia que crearán los BRICS es un banco de desarrollo para financiar proyectos de infraestructura y de sustentabilidad, alternativa al Banco Mundial, que tendrá posibilidad de aprobar proyectos por 100 mil millones de dólares, expuso el embajador Graça Lima, citado en la página oficial de la cumbre. Para constituir el capital cada país aportará 10 mil millones de dólares.

Una segunda instancia es el Acuerdo Contingente de Reservas, la forma en que el BRICS piensa construir un espejo al Fondo Monetario Internacional. Este fondo tendrá un capital suscrito inicial de 100 mil millones de dólares y será una reserva de divisas de la que los países del grupo puedan disponer para hacer frente, cuando se presenten, a problemas de balanza de pagos, es decir, cuando tengan un desbalance entre las divisas necesarias para cubrir sus obligaciones en moneda extranjera y las que tengan en reserva en su banco central.

El capital del Acuerdo Contingente de Reservas será aportado por China, con 41 mil millones de dólares; Brasil, Rusia e India invertirán cada uno 18 mil millones, y Sudáfrica añadirá 5 mil millones de dólares. Es una línea adicional de defensa para los BRICS cuando lleguen a enfrentar crisis de balanza de pagos, expuso Graça Lima.

Asociación energética

Este fin de semana Rusia añadió una nueva cota a alcanzar por el grupo y que será propuesta aquí. Moscú planteará una asociación energética de los BRICS, anticipó Yuri Ushakov, asesor del presidente Vladimir Putin, citado por Itar-Tass. En el marco de esta asociación proponemos un banco de combustible de reserva para garantizar la seguridad energética de los países participantes, llevar a cabo la investigación y el seguimiento de los mercados internacionales, agregó.

El diálogo entre los países BRICS ha ido ganando profundidad. Los BRICS son ahora una referencia para democratizar las relaciones internacionales y la forma en que operan las instituciones multilaterales existentes, mencionó Graça Lima. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, surgidos de la segunda posguerra mundial, son controlados por Estados Unidos y los países avanzados de Europa.

Los BRICS asumirán un papel de convertirse en vectores para que los países en desarrollo tengan más influencia en el sistema internacional, expusieron Jurek Szeifert y Sérgio Veloso, del Centro de Políticas del BRICS, en un balance del grupo.