Martes 15 de julio de 2014, p. a14
Río de Janeiro. El inglés Raymond Whelan, director de la empresa asociada de la FIFA Match Services y acusado de revender boletos en la justa brasileña ilegalmente a través de una red internacional que facturaba millones de dólares, se entregó a la justicia tras permanecer cuatro días prófugo. El ejecutivo y 12 personas más enfrentan cargos por asociación ilícita, reventa, corrupción activa, lavado de dinero y evasión fiscal, al ser una célula que operaba desde 2002. En tanto, el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, reconoció que puede haber en el futuro otras historias
similares al escándalo descubierto por la policía en Brasil 2014.