La Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados planteó que el gobierno federal debe otorgar visas humanitarias a los miles de niñas, niños y adolescentes no acompañados que siguen siendo deportados por Estados Unidos.

También cuestionó la política de deportación de Washington y consideró urgente un acuerdo entre los jefes de Estado de la región que permita atender las causas de la migración.

La presidenta de la comisión, Amalia García (PRD), insistió en que la deportación masiva de menores de edad constituye una ‘‘crisis humanitaria (sic)’’, pero que se agravará al regresarlos a las mismas condiciones por las que abandonaron sus países.

Refirió que el gobierno de Estados Unidos ha reconocido que la violencia en Centroamérica ha llegado a niveles nunca antes registrados, por lo que si continúan las deportaciones ello ‘‘conllevaría a una tragedia cuyo costo social y en vidas podría ser devastador’’.

En este caso, agregó, el gobierno mexicano podría otorgar no sólo las tarjetas de estancia por 72 horas, que son un alivio, sino visas temporales e incluso considerar la entrega de visas humanitarias y concederles el estatus de refugiados.

Expuso que no es suficiente con una política de contención y control a migrantes que se suben al tren, porque lo sustancial es ‘‘enfrentar a las bandas del crimen organizado que trafican con personas, se dedican a la trata, extorsionan y asaltan a los migrantes’’.

La legisladora perredista planteó que el gobierno mexicano debe, además, otorgar protección a los migrantes y para ello necesita revisar sus protocolos y ver qué papel juegan las policías federal, estatal y municipal, así como el personal del Instituto Nacional de Migración.

México no puede ‘‘regresar a sus países a los menores en tránsito, sino darles asilo humanitario y protegerlos, porque cuando cruzan por aquí viven un verdadero infierno, son víctimas del abuso de las corporaciones policiacas y del crimen organizado’’, concluyó la legisladora.