Miércoles 16 de julio de 2014, p. 30
Naucalpan, Méx., 15 de julio
Eran como las ocho de la mañana del 30 de mayo. Yo dormía con mi esposa y tres hijos cuando vimos que el muro de la casa se comenzó a desmoronar. Salimos corriendo y vimos cómo un trascabo comenzó a demoler la vivienda. Mi hijo de 14 años no quería salirse y (los elementos de seguridad) le dieron dos macanazos
, narró Tomás Asencio.
Su hermano, Juan Ascencio, comentó que en plena demolición el director de Gobernación, Cuauhtémoc García, “nos dijo: ‘no se preocupen, se les va a pagar todo’. Le creímos. A algunos nos dieron 8 mil pesos para hospedarnos en un hotel; otros rentaron una casa”, contó.
Mi casa de cemento y lámina; herramientas, artículos domésticos, materiales para reciclar, todo lo aplastaron. A los animales les pasaron la maquinaria encima
, relató otro de los afectados.
Juan Ascencio reprochó: ¿Por qué hacer así las cosas? Estábamos en pláticas, había documentos firmados, teníamos un amparo federal. No nos oponíamos a las obras; dijimos que íbamos a dejar el predio
.
Ese día, los hermanos Anselmo, Julio, Ernesto y Rubén Joaquín Valentín, así como José Mercedes Manuel Roberto, fueron detenidos por la policía y se les investiga por despojo en agravio del Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares.
La ley no es pareja, se la aplican a quien menos tiene. Los que realmente están rellenando la barranca son ejidatarios que autorizaron un tiradero clandestino de escombros
, manifestaron los campesinos afectados.