Pese a quien le pese y guste a quien le guste, la reforma energética y sus leyes secundarias van ahora, recalcó el priísta David Penchyna, al comenzar la votación de los dictámenes de esa legislación, luego de que los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) abandonaron la sesión de comisiones, inconformes por lo que calificaron como un circo y una vergüenza.

Después de casi dos horas de discusión sobre el método de trabajo y de la negativa de la mayoría PRI-PAN y Verde a que los perredistas presentaran sus reservas, con el argumento de que ya habían sido desechadas en las reuniones en que se discutieron los dictámenes, los senadores del sol azteca salieron en grupo.

Nos levantamos en defensa de la dignidad del Senado para dejar constancia de que abusaron del procedimiento y que la mayoría conformada por PRI y PAN hicieron un circo de lo que debió ser el proceso legislativo, declaró el coordinador perredistas Miguel Barbosa.

Manuel Bartlett, coordinador de los senadores del Partido del Trabajo (PT), quien también dejó la reunión, dijo que el dictamen en comisiones terminó como empezó, en la total ilegalidad. Denunció que los cambios a las iniciativas de Enrique Peña Nieto fueron hechas fuera, por el propio gobierno. El Senado sólo obedece las instrucciones del Ejecutivo. No vale la pena quedarse a esta farsa.

Durante la discusión, Barbosa argumentó que si el PRD ya no tenía derecho a presentar sus reservas al articulado, el PAN tampoco, pero Penchyna, quien encabezó la reunión, en su carácter de presidente de la Comisión de Energía, insistió en que las propuestas de modificación al articulado que presentaron los panistas no se habían discutido antes.