La reforma del campo debe considerar una política agroalimentaria y nutricional que promueva los alimentos frescos, ataque los monopolios del sector y los problemas de obesidad y diabetes que sufre 70 por ciento de la población adulta.

Organizaciones que forman la coalición Un Campo para Nutrir a México señalaron, en conferencia de prensa, que se debe cambiar el actual modelo del campo, ya que los productores se ven afectados por los bajos precios en sus productos, mientras unas cuantas trasnacionales controlan el mercado y se da prioridad a los alimentos procesados.

El documento de la reforma ya se comenzó a redactar, porque es preocupante el desprecio hacia el problema de la nutrición, es letra muerta en beneficio de las empresas que controlan los alimentos procesados, señaló Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón.

Explicó que hay casi 120 millones de mexicanos y 7 millones son productores, con un mercado agroalimentario que vale más de un billón de pesos, es muy codiciado y dominado por pocas empresas. Hay colusión para fijar bajos precios al productor, los cuales se fijan en función de la falta de competidores, por lo que la Comisión Federal de Competencia debe evaluar el mercado agroalimentario, ya que son tres empresas las que controlan el mercado de frijol, y dos el de maíz.

Como ejemplo mencionó que en municipios en los que se aplica la Cruzada Nacional contra el Hambre los precios de los alimentos son abusivos y llegan a ser hasta 30 por ciento más altos que en otros lugares.

Se pide que se ponga orden, hay amenaza de subir el precio tortilla cuando al productor le pagan tres pesos por el maíz, señaló.

Por su parte, Julieta Ponce, directora de nutrición del Centro de Orientación Alimentaria (Coa), dijo que el abandono del campo coincide con el aumento de la prevalencia de diabetes y obesidad en la población, ya que se han apoyado alimentos industrializados que han enfermado a la población, si se sigue la ruta del dinero se ve que México tiene la menor tasa de lactancia materna, y Nestlé es la principal productora de fórmulas, ahí empieza la seguridad alimentaria de los mexicanos.

Si nos quedamos en una reforma que no incluya política nutricional no se podrá hablar de seguridad alimentaria, los alimentos básicos deben salir del campo mexicano.

Se debe hacer la ley reglamentaria del derecho a la alimentación que está contemplado en la Constitución, agregó.

Entre las propuestas que presentaron estas organizaciones, así como Greenpeace y Oxfam, están que el Estado defina una lista de alimentos prioritarios en favor de la salud humana y el crecimiento económico, e incrementar la producción y acceso a los mismos, así como incentivar la producción sustentable y justa para los campesinos, logrando la inserción a los mercados locales, regionales y nacionales.