San Cristóbal de Las Casas, Chis., 16 de julio.

El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) anunció en conferencia de prensa la preaudiencia Con justicia y paz encontramos la verdad, que se realizará el viernes en la comunidad El Limonar, al norte de la selva Lacandona.

El acto busca construir otra justicia desde la memoria colectiva de los pueblos ante la impunidad promovida por el Estado mexicano. Sobrevivientes, testigos y familiares presentarán especialmente el caso de la masacre de Viejo Velasco, ocurrida en esa zona hace ocho años y que permanece impune.

En representación de los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de la masacre, Diego Moreno Vázquez confirmó que el caso se presentará en la preaudiencia del TTP. Aquella agresión mortal “se llevó a cabo en el contexto de la lucha por los derechos agrarios dentro de la llamada ‘comunidad lacandona’ durante el gobierno del presidente Vicente Fox Quezada; a pesar de las denuncias de hostigamientos y amenazas de desalojo que sufrían las comunidades, el gobierno no hizo nada para evitar estos graves hechos”. El modo de actuar de los agresores se enmarca en la estrategia contrainsurgente implementada por el gobierno desde 1994, con la puesta en marcha de su Plan de Campaña Chiapas 94, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas.

El representante chol expuso: A casi ocho años de la masacre los familiares continuamos exigiendo justicia, castigo a los autores intelectuales y materiales de estos graves hechos y nuestro derecho a saber la verdad de lo sucedido, así como el paradero de nuestros familiares desaparecidos. Lo único que ha hecho el gobierno mexicano es seguir alimentando la impunidad.

Recordó que la agresión ocurrió el 13 de noviembre de 2006: Unas 40 personas de la comunidad Nueva Palestina, muy bien armadas, algunas con uniforme militar o de seguridad pública, entraron violentamente a Viejo Velasco. Los acompañaban 300 elementos de la Policía Sectorial con armas de alto poder “de las conocidas como ‘cuerno de chivo’ y R-15”. A su vez, iban acompañados por otras autoridades. Todos rodearon la comunidad para posteriormente entrar a las casas y robar las pertenencias de nuestros familiares.

En los hechos murieron Filemón Benítez Pérez, Antonio Mayor Benítez Pérez, María Núñez González y Vicente Pérez Díaz (este último del grupo agresor). Cuatro más resultaron desaparecidos: Mariano Pérez Guzmán, Miguel Moreno Montejo, Pedro Núñez Pérez y Antonio Peñate López. Los sobrevivientes huyeron a la montaña y posteriormente se refugiaron en la comunidad vecina Nuevo Tila.

Moreno Vázquez añade: “Ante la falta de justicia nos dimos a la tarea de buscar a nuestros desparecidos y el 6 de julio del 2007 con una Comisión Civil de Observación recorrimos la ruta que va de Paraíso a Viejo Velasco y encontramos dos osamentas, que resultaron ser de Miguel Moreno Montejo, mi padre, y Pedro Núñez Pérez. El gobierno decía que nuestros familiares ‘habían agarrado sus mochilas y se habían ido al norte’. Fue hasta noviembre de 2011 que nos entregaron los restos y le dimos cristiana sepultura”.

Siguen desaparecidos Mariano Pérez Guzmán y Antonio Peñate López. Los desplazados están prestando tierras o trabajando en distintos lugares. Cuatro pobladores de Nuevo Tila continúan con órdenes de aprehensión acusados de la muerte de nuestros familiares, siendo que al contrario, ellos recibieron a los desplazados ese día.

Corren el mismo riesgo que Diego Arcos Meneses, quien permaneció casi un año en la cárcel acusado de la muerte de nuestros familiares, siendo que es un promotor de salud, como yo, que lo único que él hizo fue brindar apoyo a los desplazados.