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Querer ser otros nos convierte en una especie de monstruos, dice la narradora

La otredad es el hilo conductor en 14 cuentos de Úrsula Fuentesberain

Mi libro es un capricho, un panteón de mis autores favoritos, un museo de mis afinidades literarias

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Úrsula Fuentesberain y Yuri Herrera en el Museo del Estanquillo, durante la presentación del volumen Esa membrana finísima, publicado por el ConacultaFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de julio de 2014, p. 6

La transición entre lo normal y lo extraño es el detonante de la escritura de Úrsula Fuentesberain, quien en su primer libro de cuentos, Esa membrana finísima, busca evidenciar esa delgada línea que separa a cada uno de nosotros de ser otra persona.

Siento que todo el tiempo los seres humanos caminamos por esa fina cuerda de ser otros, lo cual nos convierte en una especie de monstruos, en cosas que no reconocemos; es una situación latente, explicó la escritora (Celaya, 1982) durante la presentación del volumen, la noche del jueves, en el Museo del Estanquillo.

Todos los cuentos del libro giran en torno de la pregunta, ¿qué es lo que detona la otredad? Considero que en unos casos es la locura; en otros, la soledad y en la mayoría de las situaciones, la entropía, el mismo caos que existe dentro de nosotros.

Acompañada por los escritores Marina Azahua y Yuri Herrera, Fuentesberain definió a su libro como un capricho, un panteón de mis autores favoritos, un museo de mis afinidades literarias, y mencionó las marcadas influencias que tienen en su quehacer escritores como Inés Arredondo, Julio Cortázar y en general los del boom latinoamericano, además de la literatura medieval y la relacionada con la sicología y la antropología.

Dislocación corporal

Marina Azahua, como lo hizo antes Yuri Herrera, destacó la variedad de registros que maneja la autora en los relatos, los cuales van desde el humor hasta el terror, así como la sexualidad desarrollada de manera muy amplia a la luz del tema de el cuerpo.

Si tuviera que clasificarlo en un género, sería el del extraño, el del dislocamiento o, según (Sigmund) Freud, de lo siniestro o lo ominoso, esos momentos en los que la realidad se rompe y se revela y rebela. Eso es algo que sucede casi siempre en el libro de Úrsula, el cuerpo se rebela, se resiste, son historias que perturban, explicó.

Esa dislocación corporal y de la realidad es lo que provoca que los personajes se transformen. Un poco el conflicto de los cuentos es cómo los personajes se transforman y van adaptándose a esas mutaciones. Todo lo anterior hace a éste un libro que abreva en muchas tradiciones, desde Kafka a Cortázar, lo mismo que en Inés Arredondo.

Por su parte Yuri Herrera encomió la claridad en las ideas y las estructuras que evidencian los cuentos de Úrsula Fuentesberain, en los cuales puede también observarse una investigación lingüística, emocional e intelectual.

Son textos en los que se nota la belleza de la inteligencia, una serie de reflexiones sobre los sentidos. En ellos pueden encontrarse varias herencias muy distintas: la ciencia ficción, la literatura erótica, fantástica y de viaje; son herencias que la autora toma con soberanía y libertad. Es un libro inclasificable, orgánicamente bien cuidado.

El libro Esa membrana finísima reúne 14 relatos y es editado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), en el Fondo Editorial Tierra Adentro.