Puebla, Pue., 19 de julio.

El niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, murió ayer en el hospital general sur de esta ciudad después de que el 9 de julio fue herido en el cráneo con balas de goma que utilizaron policías estatales para dispersar la protesta en la comunidad San Bernardino Chalchihuapan.

El deceso fue confirmado por el gobierno de Puebla, que horas antes negó rotundamente que haya utilizado balas de goma para dispersar esa protesta donde los pobladores exigían el regreso de las oficinas del Registro Civil.

Alberto Tehuatlie era uno de los cinco heridos de gravedad durante la trifulca, donde hubo otros 50 lesionados. Él salía de la secundaria junto con su madre Elia Tamayo cuando lo alcanzó el proyectil. Estuvo hospitalizado 10 días y finalmente el viernes en rueda de prensa, el médico José Antonio Martínez García le diagnosticó muerte cerebral y un día después de que se difundio esa noticia, el gobierno negó haber utilizado esos proyectiles.

En un breve comunicado el sábado por la noche el gobierno del estado señaló que lamenta el deceso del menor y reitera su disposición de brindar el apoyo requerido por sus familiares. Asimismo, ratifica su compromiso de continuar con las investigaciones judiciales hasta sus últimas consecuencias y alcanzar la justicia que demandamos los poblanos.

Horas antes del deceso y después de que se difundió la muerte cerebral, Facundo Rosas Rosas, secretario de Seguridad Pública del estado y ex secretario de Seguridad Pública federal, durante la gestión de Felipe Calderón Hinojosa, exhibió el oficio número SSP/06/09368/2014, solicitado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para justificar que desde que comenzó el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas no han adquirido balas de goma, como parte de su arsenal.

En rueda de prensa, rechazó que su personal haya usado esos artefactos durante el desalojo de los manifestantes.

Rosas Rosas aseguró que la Sedena, única dependencia autorizada para comercializar esas municiones, contestó el oficio 28003, enviado por el gobierno de Rafael Moreno Valle, para demostrar que no han comprado balas de goma.

No renunciaré: titular de la SSP

Evitó contestar los cuestionamientos de los reporteros, y sólo aclaró que continuará al frente de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, pese a que más de una decena de organizaciones en defensa de los derechos humanos, así como agrupaciones sociales, campesinas y sindicalistas han exigido su renuncia al cargo. Estoy llevando a cabo mis labores de manera ordinaria en la Secretaría de Seguridad, por el bien de los poblanos, acotó.

Sin embargo, los pobladores de esa comunidad rechazaron la versión oficial y respondieron que cuentan con cinco costales llenos de balas de goma y latas de gas lacrimógeno, que fueron recogidas al final de la reyerta.

Habitantes encabezados por sus autoridades, trasladaron las evidencias el pasado viernes al Senado de la República, para exhibir con pruebas la represión del gobierno panista de Moreno Valle. También fotografiaron la severa lesión de Martín Xelhua, quien recibió un impacto de bala en la mejilla izquierda, dejándole un boquete, los dientes fracturados y desechas la lengua y la mandíbula. Hugo Jiménez perdió un ojo tras el impacto de una bala de goma y Filemón Precio fue herido en el abdomen.

De acuerdo con una solicitud de información pública, con folio 00209714, el titular de la SSP nunca actualizó los protocolos de actuación policial para el caso de marchas y manifestaciones, ni capacitó a los 2 mil agentes de la fuerza pública del estado, que garantizan el cumplimiento operativo de la llamada ley bala –aprobada en marzo por el Congreso del estado– para regular el uso de la fuerza pública, facultando a la policía estatal la utilización de armas en la dispersión de protestas sociales.

El 16 de julio, organizaciones defensoras de derechos humanos obtuvieron dos amparos del juez cuarto de distrito en el estado para suspender definitivamente la ley que regula el uso legítimo de la fuerza de los agentes policiacos.