¿Y si pudiéramos recuperar el paraíso perdido de la infancia, ese fastuoso paraje determinado por la imaginación, la duda, el azoro y la esperanza?

Tal es el planteamiento del que parte la novela La caída de los pájaros, la cual marca el debut dentro de ese género de la escritora mexicana Karen Chacek (ciudad de México, 1972) tras sus incursiones en el cuento, guiones para cine y televisión y crónicas de viaje.

Publicado por Alfaguara, en este libro la autora enarbola el derecho que tenemos todos de recuperar eso que nos fue arrancado al pasar de niños a la etapa adulta: la imaginación.

En mis textos, hablo de lo que me preocupa, del presente, de lo que veo. Y en esta novela doy cuenta de uno de mis juegos favoritos y habituales, el de empujar los límites de la realidad, llevarla de lo convencional al campo de lo maravilloso, explica.

Me gusta mucho cuando en lo cotidiano podemos descubrir lo fantástico. Estoy convencida que ésta es una capacidad que está en toda persona, pero a veces el estilo de vida al que nos someten nos impide verlo.

Unas de las principales inquietudes de la también periodista, en términos personales y literarios, son la vacuidad y la decadencia en la que se encuentra el mundo contemporáneo debido a la pérdida de la imaginación en las mentes adultas.

Es un tema, el anterior, que ella trata en su mencionada novela a través de una joven mujer que, tras sufrir un accidente, escucha una voz de una niña dentro de su cabeza, la cual le ayudará a imponerse a una realidad oscura y densa, desoladora.

Violeta es el nombre de la protagonista de esta historia, quien, convocada por el Fabricante de aves, un artista del cómic al que siempre ha admirado, se convertirá en el vínculo entre dos mundos: el real y otro en el que permanecen sumidos en el letargo todos los niños de una ciudad.

Los niños del relato de Karen Chacek son en realidad una metáfora que ella emplea para resaltar la pérdida de la imaginación prevaleciente en los actuales sistemas de vida, los cuales, a su decir, apuntan a controlar o dar aparente respuesta a las grandes inquietudes existenciales de quiénes somos y a qué hemos venido al mundo.

Me preocupa ver cómo las instituciones políticas, religiosas e incluso los centros comerciales y hasta los gimnasios son los que están dando esas respuestas. Lo que retrato entonces es una ciudad en la que se ha perdido la imaginación y lo que ello provoca.

La caída de los pájaros es una novela en la que su autora se propuso establecer un equilibrio entre los mundos oscuro y brillante, una dualidad en la que la fantasía tenga el mismo peso que la realidad convencional, en el que la esperanza no sea eclipsada por la desazón. En resumen: es un relato de contrapuntos.

De acuerdo con la escritora, la fantasía como género literario está muy lejos de ser una puerta para escaparse de la realidad e inclusive, en ocasiones, es todo lo contrario.

Me encanta decir dime qué imaginas y te diré quién eres. La literatura con tintes fantásticos muchas veces es más honesta, más sincera a la hora de denunciar y describir a quién está detrás del texto. Entonces, no creo que uno esté escapando a través de ella. Por el contrario, muestra de la mejor manera las inquietudes del autor, finaliza.

Además, debemos tener presente que la misma realidad es una fantasía, una convención social. Es decir, la realidad no es sino una ficción compartida.