Guadalajara, Jal., 20 de julio.

Un niño de 11 años fue retenido por la policía de Tonalá luego que hirió de un disparo a un adulto, quien junto con otros presuntos pandilleros de su colonia lo molestaba con frecuencia, según dijo.

El menor declaró a los policías que, como no es tonto, arrojó el arma a un arroyo.

La víctima, quien recibió el disparo en la pierna izquierda, denunció al menor y dijo que la agresión ocurrió en las calles Río de la Plata y Río Murray, en la colonia Los Pocitos.

La dependencia municipal informó que el menor, quien tiene el nombre Luis tatuado en el pie izquierdo, aseguró que el arma era de su padre, que recientemente se suicidó. Agregó que el niño insultó a los uniformados y a la trabajadora social y les advirtió que no tenía miedo de que lo encerraran porque después de la muerte de su padre ya nada lo asustaba.

Según la información policiaca, el menor declaró que consumía y distribuía mariguana en la colonia Los Pocitos. Acusó al sujeto que lo denunció de ser uno de sus clientes y no ser hombre por delatarlo. No se arrepintió de haberle disparado.

El menor fue enviado a la dirección de prevención social de la comisaría de seguridad pública de Tonalá, donde retó al personal que lo atendió y se negó a contestar el interrogatorio. El agredido lo identificó y el niño quedó retenido, pero no será consignado porque la Ley de Justicia Integral para Adolescentes sólo se aplica a menores de entre 12 y 17 años.