Martes 22 de julio de 2014, p. 20
Suceso. El 12 de julio terminó una reunión de negociadores del Acuerdo Transpacífico (que comprende Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) sin lograr un calendario definido de cuándo concluirán las pláticas ni dar detalles sobre nuevas reuniones.
Análisis. Las pláticas más recientes se dieron en Ottawa, capital canadiense, y no asistieron ministros, pero algunos funcionarios esperaban que los negociadores rompieran el estancamiento, causado en parte por desacuerdos en torno a la protección de la propiedad intelectual y, entre Estados Unidos y Japón, por los aranceles sobre bienes específicos. La falta de avance en Ottawa plantea dudas sobre si podrá concluirse un acuerdo este año, en particular porque el gobierno de Estados Unidos estará concentrado en los preparativos de las elecciones de medio término, que serán en noviembre.
Mayores retrasos podrían minar la credibilidad del primer ministro japonés Shinzo Abe, quien ha dado alta prioridad a la conclusión y ratificación del ATP en su agenda económica. Para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, representan un punto negativo en la agenda de política exterior de su segundo periodo en el cargo, que pone énfasis en los intereses estratégicos y económicos de su país en Asia-Pacífico. Críticos del pacto creen que se utiliza para contrarrestar la influencia de China en la región.
En Nueva Zelanda, donde habrá elecciones parlamentarias en noviembre, los políticos han enviado mensajes divergentes en cuanto a la prontitud con que desean que avancen las negociaciones. El gobierno actual preferiría un enfoque de vía rápida y ha insinuado que le gustaría empujar al lado de Japón para lograrlo. La oposición, en cambio, ha enfatizado la necesidad de un acuerdo de alta calidad
. El ministro australiano de comercio, Andrew Robb, ha sido más escéptico y a principios de julio predijo que las negociaciones no se completarán este año.
La mayoría de los países en desarrollo, entre ellos Vietnam, Perú y Chile, serán duros negociadores en materia de propiedad intelectual. Temen que una protección más estricta en el ATP les dificultaría obtener medicamentos genéricos baratos, lo cual negaría a sus ciudadanos el acceso a medicinas que salvan la vida.
Economist Intelligence Unit
Traducción: Jorge Anaya
En asociación con Infoestratégica