PRD: a romper hegemonías
Proyecto en puerta
Labor discreta de Vanguardia Progresista
onscientes de la debilidad del partido frente a las próximas elecciones, causada, principalmente, por el desprestigio acumulado durante los años de dominio de los chuchos en la presidencia de la organización que los llevó a la jefatura de Gobierno, en el PRD todo está listo para iniciar un nuevo proyecto que pretende romper con las hegemonías tribales.
No será, de ninguna manera, el primer intento, pero esta vez, más que la confrontación o la simple compra de voluntades, se trata de apoyar una nueva formación que deje de responder a los caprichos del penacho de esta o aquella tribu, para convertirse en una sola fuerza que acompañe las decisiones del jefe de Gobierno.
Para nadie es un secreto que los días de Nueva Izquierda han terminado. El desgaste al que se sometió esta tribu para poder soportar los designios de Enrique Peña Nieto los ha dejado vacíos de militancia comprometida con los argumentos de la izquierda, y el relevo natural, que en este caso correspondería al grupo de René Bejarano, no sucederá porque las diferencias entre Miguel Ángel Mancera y el líder de Izquierda Democrática Nacional son insalvables, cuando menos por el momento.
Entonces, saber que los chuchos, intactos e impunes, siguen al frente del PRD necesariamente obrará en contra del jefe de Gobierno, porque además hay que recordar que en política el desprestigio se pega; es decir, Miguel Ángel Mancera tendría que cargar con los pecados cometidos por Nueva Izquierda, y eso va mal para cualquier intención política que pudiera abrazar el actual jefe de Gobierno.
Con esas consideraciones, desde la jefatura de Gobierno se tejió un plan de asalto y recuperación del PRD, que podría sufrir una sonora derrota en el DF en las elecciones que siguen, a manos de Morena, principalmente. Panorama que condicionaría severamente los siguientes tres años de gobierno en el DF, y que sólo podría equilibrarse con la intervención del grupo de Miguel Ángel Mancera en la siguiente contienda electoral interna del PRD.
El trabajo le fue encargado a Héctor Serrano, secretario de Gobierno, quien ha ido colocando a su gente (hay que recordar que Miguel Ángel Mancera no milita en el PRD) en casi todos los grupos políticos de esa organización, de tal forma que Vanguardia Progresista parece no existir, pero día con día logra más adeptos, de esos que votan en las internas amarillas.
Para que esa, que parece una estrategia sólida, funcione en los términos que debe caminar, Serrano hizo manita de puerco a las ambiciones de los delegados. Sus afanes se concentraron en expropiar algunos consejeros nacionales de algunas tribus para formar un bloque de votos que vaya en la dirección más adecuada para los futuros del partido.
Así las cosas, lo más importante es que, sin figurar con números relevantes, Vanguardia Progresista, que será el respaldo de Miguel Ángel Mancera para cualquier paso futuro, podría crecer como corriente en el PRD, tal vez para sustituir a la muy dañada y cuestionada Nueva Izquierda, y de esa forma crear una nueva mayoría. Ya veremos.
De pasadita
Y para que no queden dudas de lo que sucede en el PRD, habrá que echar un vistazo a los pasos que sigue el líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Manuel Granados. Este personaje, que por algún tiempo viajó solo con el boleto de sin partido
en las turbulentas aguas de las desesperaciones partidistas, ha confirmado su pertenencia al PRD, y será uno de los consejeros nacionales que den su voto por alguno de los candidatos a la presidencia de los amarillos.
Granados es parte importante del equipo de Miguel Ángel Mancera, lo que hace pensar que, ante las fallas constantes de quienes desde la dirección del partido en el DF no han podido consolidar una línea directa de entendimiento entre el organismo político y la jefatura de Gobierno, el líder de la ALDF estará llamado a construir esos lazos, que hoy más que nunca son importantes para el gobierno de la ciudad. Ojo con eso.