Se asocia con pobreza y una deficiente infraestructura sanitaria de zonas rurales
En Guanajuato, Jalisco y Edomex, áreas de prevalencia
De 10 a 25% de la población del campo, portadora de taenia solium, la cual produce 80 mil larvas que son liberadas al defecar al aire
Jueves 24 de julio de 2014, p. 36
La cisticercosis es la parasitosis más frecuente en México y cuando la patología es cerebral constituye la primera causa de epilepsia, aseguró la especialista Alma Griselda Ramírez Reyes al participar en el primer Simposio de Microbiología y Parasitología Clínica en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Explicó que en América Latina la mayor prevalencia de cisticercosis se registra en Brasil y México. Guanajuato, Jalisco y el estado de México son las entidades donde más casos se presentan. En el mundo los casos se concentran en África y en el sudeste asiático.
Señaló que entre 10 y 25 por ciento de la población rural es portadora de taenia solium –parásito causante de la enfermedad–, lo cual se considera una prevalencia muy alta. La mortalidad mundial es de 50 mil casos anualmente y se estima que casi 20 millones de personas están infectadas.
La experta del Centro Médico Nacional Siglo XXI explicó que la cisticercosis está relacionada con la pobreza y con la deficiente infraestructura sanitaria, predominantemente en las zonas rurales.
Indicó que entre los factores de riesgo se encuentran el consumo de carne de cerdo, frutas y verduras contaminadas como resultado de su cocción o preparación insalubre; el parásito también puede ser diseminado por una persona infectada que no se lava bien las manos después de una deposición.
La taenia solium se aloja en el intestino delgado, se adhiere al epitelio y pasa al torrente sanguíneo hacia diferentes órganos. Produce entre 50 y 80 mil larvas que se liberan mediante la defecación al aire libre, además de ser diseminada por los portadores humanos, infectan frutas y verduras regadas con agua contaminada, misma que también beben los cerdos.
El parásito se aloja principalmente en los pulmones, en los tejidos muscular y subcutáneo, y los efectos más devastadores de la enfermedad se presentan cuando se aloja en el sistema nervioso central. El ciclo del cisticerco pasa por diferentes estadios (vesicular, granular o nodular y calcificado): de acuerdo con ello son las manifestaciones clínicas
, apuntó.
Mencionó que entre 29 y 62 por ciento de la cisticercosis que se localiza en el sistema nervioso central, ocurre en la región parenquimatosa y puede ser única, múltiple o masiva; sus manifestaciones clínicas son epilepsia en más de 50 por ciento de los casos.
También precisó que cuando el parásito se aloja en la región subaracnoidea del encéfalo, lo que sucede en 55 por ciento de las ocasiones, puede conducir a infartos cerebrales, neuropatías de nervios craneales oculomotores e hidrocefalia.
En su exposición, señaló que la cisticercosis espinal es la menos frecuente (1 por ciento) y puede producir aracnoiditis (proceso inflamatorio crónico de las cisternas basales), así como mielitis transversa (inflamación a lo largo de la médula espinal), alteración de los esfínteres, disminución de la fuerza muscular y alteraciones en la sensibilidad.
La doctora Alma Griselda Ramírez Reyes dijo que las formas extraneurales de la cisticercosis se pueden localizar en la retina, en el tejido subcutáneo y en casi 75 por ciento de los pacientes con neurocisticercosis se observan calcificaciones musculares.
Subrayó que la infección ocasionada por la taenia solium puede ser tratada en algunos pacientes con medicamentos, en otros con cirugía, pero hay casos en que los daños son irreversibles y no hay tratamiento por el riesgo que representa para los órganos comprometidos.