Académicos, funcionarios, alumnos y trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) rindieron homenaje a Marina Altagracia Martínez, profesora-investigadora de la Unidad Xochimilco, quien murió el pasado siete de julio y que durante 37 años de labor en esta casa de estudios realizó contribuciones relevantes a la ciencia, a la sociedad mexicana y a la institución.

En la ceremonia, Patricia Alfaro Moctezuma, rectora de la UAM Xochimilco, señaló que Marina Altagracia es una referencia en la vida universitaria por el caudal de conocimientos y valores humanos que cultivó. Ella ilustra, dijo, lo que significa y exige una vida académica y personal íntegra. Reconocemos el profundo amor y compromiso que tuvo por la universidad y rendimos tributo a una tenaz e incansable investigadora universitaria que permanecerá con nosotros a través de su obra.

Siempre preocupada por dar cobertura farmacéutica a la población, Marina Altagracia destacó por sus investigaciones respecto a la elaboración y purificación de fármacos huérfanos para brindar una cobertura a población que padece enfermedades de poca prevalencia y padecimientos raros, dado que estos medicamentos –denominados por ello huérfanos– ya no se producen por la industria.

Descubrió nuevos usos terapéuticos para fármacos huérfanos como la dapsona –como neuroprotector–, la talidomida –en tratamiento para crisis leprosa– y el azul de Prusia –como antídoto para intoxicaciones con plomo, talio y mercurio.