En su obra ¿Quién teme a Virginia Woolf?, el estadunidense Edward Albee hace del espectador un voyeur que mira por el ojo de una cerradura lo que pasa en una reunión de dos parejas que intiman y llegan a extremos de herirse, a pesar del amor, expresó en entrevista la actriz Blanca Guerra, quien interpreta el papel de Martha en este clásico teatral que se escenifica en el Centro Cultural Chapultepec.

La vida ofrece de vez en vez placeres teatrales que están al alcance de la mano y esta pieza es un ejemplo. Plantea no una, sino varias ideas, mismas que cada quien descifra según su experiencia. Una de ellas, sin duda, es que el ser humano es capaz de destruir lo que ama.

Guerra expresó que se trata de “un texto fantástico e interesante. En mi caso, llegó ahora; no tiene edad. La vivencia y el tiempo para hacer la obra se dieron en la actualidad. Este es el momento justo. Es cierto que los actores tenemos una larga vida en el escenario; o sea, no hay límites y podemos seguir trabajando, porque hay profesiones en las cuales en determinadas condiciones ya no se puede, por la edad. A los 30 ya eres viejo para la danza o el futbol. El arte de la actuación permite estar siempre gordo, flaquito, viejo, medio viejo, edad media, adolescente, etcétera.

El teatro trata de la vida y siempre habrá personajes de todo tipo, para todas las complexiones y edades. Podemos estar ahí eternamente.

Rica trayectoria

Blanca Guerra luce radiante. Hace ejercicio y rutinas de estiramiento corporal.

Su nombre completo es Blanca Guerra Islas (ciudad de México, 10 de enero de 1953). Su trabajo actoral ha quedado plasmado en el cine nacional, teatro y televisión. Actualmente funge como titular de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMCAC).

Inicialmente fue estudiante de odontología, carrera que dejó para formarse en el Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo cual le permitió debutar como actriz teatral en las obras Sueño de una noche de verano y El juego de los insectos. Posteriormente entró al cine en la película La loca de los milagros, que marcó su debut artístico y el inicio de su amplia carrera cinematográfica.

Tiene en su haber más de 70 películas, entre las cuales destacan Estas ruinas que ves, cinta basada en una novela de Jorge Ibargüengoitia, dirigida por Julián Pastor, que data de 1979, donde actúa al lado de Fernando Luján, Pedro Armendáriz Jr. y Guillermo Orea; Mojado power, de corte chicano, actuada y dirigida por Alfonso Arau, donde participa Socorro Bonilla; El imperio de la fortuna, dirigida por Arturo Ripstein, basada en la tercera obra de Juan Rulfo, donde actúa al lado de Ernesto Gómez Cruz y Alejandro Parodi y por la que recibió su primer premio Ariel.

En ¿Quién teme a Virginia Woolf?, la acompañan en escena Álvaro Guerrero, Sergio Bonilla y Adriana Llabrés. La pieza fue tachada de inmoral cuando se estrenó hace cinco décadas, y sigue impactando por su realismo y actualidad al mostrar cómo el ser humano es capaz de amar y destruirse al mismo tiempo.

Blanca Guerra combina su trabajo como actriz con su responsabilidad al frente de la AMCACFoto Miguel Schumman

¿Quién teme a Virginia Woolf? tiene como contexto el alcohol y una reunión de dos parejas. Es una obra de diálogos y relaciones humanas, en especial de una pareja que se deforma por su convivencia durante 20 años y está llena de perversiones, juegos sucios y golpes bajos.

Edward Albee muestra a esta pareja sostenida por el amor-odio que no soporta la realidad, aunque habla del ser humano en general. Se trata de una obra vigente con un tono de comedia negra.

Para Blanca Guerra, abordar a la protagonista ha sido uno de los trabajos más exigentes en su carrera: Requiere de mucha intensidad corporal y mental, porque no te permite una fuga de concentración, por mínima que sea. Sin embargo, al tiempo que es un desafío también representa un privilegio interpretar a uno de los personajes más complejos del teatro moderno. Esta es una de las obras que cuando te llegan como actriz no puedes dejar ir. Conocí este texto cuando era muy joven y hacerlo ahora me da enorme placer. El público ha estado muy de la mano con nosotros y su respuesta al final de la obra es conmovedora: aplaude de pie.

Dibujar el personaje

Añadió que para actuar en esta obra es necesario, primero, conocer muy bien el texto. Al director Daniel Veronese no le interesa hacer el trabajo de mesa, lo cual se respeta, pero uno siempre hace ese trabajo, muy en la intimidad. Para mí es inportante hacerlo, porque hay cosas en las cuales hay que profundizar, analizarlas. Eso también se va haciendo durante el montaje. Se va conformando un personaje y yo no tuve que hacer nada, más que lo que siempre hago: llegar a la comprensión profunda del personaje.

Dijo que estar en esta obra se complementa muy bien con su responsabilidad en la AMCAC. Quizá no hago dos trabajos al mismo tiempo. pero lo de la Academia ya lo he hecho durante un año y he delegado algunas cosas en un grupo de trabajo. Estoy con todas las herramientas que están a la mano, como Internet, el celular, etcétera, y se complementa. ¡Se puede perfectamente!

–¿Cuál fue el reto? ¿Hubo algún temor?

–¿Temerle a ¿Quién teme a Virginia Woolf?? No sé quién le tema, pero el público no, porque está llegando al teatro, fluidamente y muy interesado. El reto es no tenerle miedo a ese texto. Además, el título es toda una metáfora, incluso un homenaje a Virginia Woolf, a la escritora. El título tiene que ver con el miedo a la realidad. Los personajes están apoyados en fantasías, en una irrealidad, en una serie de juegos que inventan para sobrevivir como pareja. Hay amor entre ellos, pero la relación está muy viciada. Los personajes están alcoholizados y viven en una fantasía. Buscan elementos para evadirse. Después de esa noche en la que transcurre la obra ellos ya no serán los mismos. Hay que ir al teatro a descubrirlo, para ver a través del ojo de la cerradura”.

¿Quién teme a Virginia Woolf? se presenta en el Foro Chapultepec los viernes a las 20:45 horas, sábados 18:30 y 21 y domingos a las 17:30. La dirección es de Daniel Veronese y Víctor Weinstock.