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Para qué inventar una desgracia si el dolor está en todas partes, dice

Mariela Castro, indignada con la gran prensa por mentir sobre su muerte en avionazo
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Mariela Castro (al centro), calificó ayer de asqueroso y frívolo el rumor que se esparció en forma viral en redes sociales y medios de comunicación respecto de que estaba en la lista de los fallecidos en el accidente de Air Algerie. En la imagen, la hija del presidente cubano, Raúl Castro, con sus compañeros del Centro de Educación Sexual, del cual es directora, ayer en La HabanaFoto Tomada del Facebook de Mariela Castro Espín
Cubadebate
Periódico La Jornada
Viernes 25 de julio de 2014, p. 28

Lo que sorprende es la fabricación de una muerte, tan interesada como falsa, mientras asesinan en Gaza a centenares de inocentes, muchos de ellos niños, dijo Mariela Castro poco después de que se desató de forma viral en los medios de comunicación tradicionales y en las redes sociales la noticia de que la hija del presidente cubano, Raúl Castro, estaba en la lista de los fallecidos en el accidente del avión de la empresa Air Algerie.

Es asqueroso y frívolo, añade. A duras penas puede contener la indignación, y no es, aclara, porque se trate de ella, por más seña diputada y reconocida activista por las causas de los derechos sexuales en Cuba. El problema es que la superficialidad se salió de su cauce. La gran prensa no dudó un segundo en aventar la mentira, que se convirtió también en trending topic mundial (la tendencia más popular) en Twitter. En esta red social se generaron más de 4 mil tuits en la primera hora de vida de la noticia, sin someter a discusión el rumor.

En el avión, que había partido en la madrugada de este jueves de Uagadugú (Burkina Faso) con destino a Argel (Argelia), viajaban 110 pasajeros y seis tripulantes, pero sólo una persona parecía importar, a pesar de que la habían colocado en una lista de tres nombres que inicialmente estuvieron pendientes de confirmación: Mariela Castro Espín. Su teléfono en La Habana comenzó a sonar sólo después de que corrieran ríos de palabras sobre su vida, su agenda, sus supuestas contradicciones. “Los demás, las verdaderas víctimas del accidente, dejaron de existir para la prensa del espectáculo.

Este tipo de acto de distracción causó además un dolor innecesario. Me llamaron mis amigos de todas partes, añade. Los mensajes comenzaron a llegar cuando ella estaba preparándose para intervenir en un taller científico del Centro de Educación Sexual (Cenesex), que dirige en la capital cubana.

¿Para qué inventarse una desgracia, si el dolor está en todas partes?, se pregunta. El reflejo mediático de la realidad cubana convive además con el riesgo de la falta de verificación, que hace que el rumor se convierta en noticia. Los medios, particularmente los del sur de Estados Unidos, de tarde en tarde suelen intoxicar los canales de información con la pretendida muerte de Fidel Castro.

Ahora en tono más distendido, Mariela agradece a los cientos de personas que, aun cuando la habían visto desmentir la noticia por TeleSur, se valieron del incidente para expresarle su afecto. Y cuenta lo que le dijo una joven trabajadora del Cenesex, que se ha hecho el santo consagrada a Obatalá –una de las deidades de la religión afrocubana–: Cuando te matan de mentiras, eso es salud.

En las calles habaneras, radio bemba filtró la noticia falsa y el desmentido, casi tan rápido como en el resto del planeta.