Beirut. Alrededor de 50 soldados sirios fallecieron ayer en una emboscada de yihadistas sunitas del Estado Islámico (EI), mientras se replegaban en la provincia norteña de Raqa, donde desde el jueves han tenido lugar combates de violencia sin precedente. Otras 74 personas perdieron la vida en enfrentamientos entre el ejército y los yihadistas en Raqa, Hasaka y Alepo. Paulo Pinheiro, presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre derechos humanos en Siria, consideró que los miembros del EI merecen ser incluidos en la lista negra del organismo internacional.