En momentos en que el Congreso está por concluir la aprobación de la legislación secundaria de la reforma energética, en la que se beneficia a las empresas mineras, que podrán utilizar su concesión para explotar gas y petróleo, el senador priísta Ricardo Barroso demandó que se anulen o revoquen permisos que ya se dieron para explotar fosforita y otros minerales del fondo del mar en Baja California Sur, ya que tendrá un fuerte impacto ecológico.

La minería marina, resaltó, va a producir efectos nocivos para el sector pesquero de la zona, ya que los componentes químicos se convierten en tóxicos cuando aumentan su concentración.

El legislador priísta sostuvo que está en riesgo la actividad pesquera en Baja California Sur, por la pretensión de empresas mineras de privadas de iniciar la explotación y exploración de fosfatos en el lecho marino del Golfo de Ulloa.

Impacto ecológico

Presentó incluso un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente, a fin de que ese órgano del Congreso pida a la Secretaría de Economía que se anulen, revoquen, cancelen o no se concedan los permisos para la explotación de fosforita u otros minerales que se pretende extraer del fondo del mar de Baja California Sur, para evitar el impacto ecológico.

Argumentó que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental se pronunció ya en torno a ese punto y advirtió que se trata de un proyecto inviable e innecesario, porque en la entidad ya existe una explotación muy grande de fosfatos.

El único estado productor de fosforita en nuestro país es Baja California Sur. La producción de este mineral en 2012 fue de un millón 724 mil 662 toneladas, lo que representó un valor de 1.24 millones de pesos, expuso.

El senador priísta insistió en los graves efectos nocivos que la minería marina provocará. Aseguró que en el momento en que se generalice la extracción de minerales en el mar, las consecuencias para el sector pesquero serían graves, dado que los componentes químicos se convierten en tóxicos cuando aumenta la concentración de los mismos.