La infraestructura permitirá estudiar virus de alta patogenicidad
Martes 29 de julio de 2014, p. 3
Con la construcción del Laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 Plus en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el país tendrá el centro más avanzado para el estudio de microorganismos, que ayudará en la investigación en virología humana.
Según Cristina Rodríguez Padilla, especialista en inmunología e investigadora de la UANL, laboratorios como estos responden a la necesidad de estudiar enfermedades nuevas o emergentes, como la influenza AH1N1.
Explicó que virus como el de la influenza sufren mutaciones y recombinaciones que dan por resultado microorganismos más patógenos o con diferente grado de patogenicidad. que pueden infectar animales y también humanos, y se transmiten vía aérea. Ante la complejidad de la investigación y la necesidad de estudiar estos virus, los laboratorios especializados denominados de bioseguridad o contención son de gran importancia.
Según un artículo publicado en 2007 en la Revista Mexicana de Patología Clínica –Rodríguez Padilla es una de las autoras–, a finales del siglo XX se determinaron los lineamientos para la manipulación de patógenos peligrosos de forma segura en instalaciones especiales conocidas como laboratorios de bioseguridad (BSL) niveles 3 y 4.
Estos espacios se caracterizan por exigir prácticas microbiológicas, equipo y medidas específicas que permiten generar un ambiente seguro para los usuarios del laboratorio con el objetivo de prevenir una exposición riesgosa.
Estos biolaboratorios se han dividido en cuatro niveles hasta ahora. El nivel 1 es considerado de rango normal, donde nos desempeñamos comúnmente. En el 2 se trabaja investigación con diversas fases de control, como los de un laboratorio de análisis clínico
, explicó la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
El nivel 3 de contención o bioseguridad indica que se puede trabajar con microorganismos que se transmiten por aire y contra los cuales hay tratamientos eficaces o vacunas; además, cuentan con aparatos especiales como cámaras de flujo laminar con las que se puede aislar aún más el microorganismo con el que se está trabajando.
El 4 es de un alto nivel de biocontención, donde se puede trabajar con microorganismos que se transmiten por aire –por lo general casi todos son virus–, pero para los cuales no hay un tratamiento eficaz ni vacuna y pueden causar la muerte; precisamente esta es la diferencia entre un BSL-3 y un BSL-4.
Nivel 3 plus
El laboratorio que se construye en la UANL desde 2012, cuya infraestructura ha ido avanzando de manera lenta por asuntos administrativos, es un nivel 3 plus, el cual contará con una cámara especial hermética con guantes acoplados para trabajar con microorganismos nivel 4
.
En un Laboratorio Nivel 4 se investigan virus como el ébola, Marburg –o virus de Marburgo– y Lassa, todos causantes de fiebre hemorrágica, pueden provocar la muerte y para los cuales aún no existen tratamientos eficaces ni vacunas, destacó la especialista.
Mientras que en un laboratorio nivel 3 plus se puede trabajar, por ejemplo, con Mycobacterium tuberculosis, causante de la mayor cantidad de casos de tuberculosis en el mundo, la cual se transmite vía aérea. Para este microorganismo se utiliza la cámara hermética con guantes incluidos, como la que está planeada para este laboratorio, aunque también se pueden manipular en este artefacto microorganismos nivel 4.
En opinión de la inmunóloga, es de relevante significado para nuestro país contar con infraestructura para el estudio de nuevos brotes, los cuales no sólo se han dado en otros países, sino también en Estados Unidos. El más reciente virus que tuvimos fue el de la epidemia de la influenza porcina, una recombinación entre un virus porcino, ave y humano; este tipo de microorganismos nos obliga a tener infraestructura muy especializada
.
Es por esta razón que en México hay algunos BSL-3 como en Veracruz, en los Institutos Nacional de Enfermedades Respiratorias y de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán), y el de la UANL, que va más allá del nivel 3, por lo que se le ha agregado a su denominación la palabra plus.
“La cámara de trabajo –que hace diferente al laboratorio de la UANL– permitirá estudiar microorganismos nivel 4, pero no tenemos toda la infraestructura de un BSL-4. En todo el país no existe uno de estos. Por eso es importante lo que hacen el gobierno y el Conacyt para hacer posible esta infraestructura y monitorear la entrada de microorganismos o agentes patógenos a México, y poder colaborar con otros países en el caso de una pandemia”, concluyó la investigadora.