El pleno de la Cámara de Diputados ratificó el uso de la técnica de fractura hidráulica para extraer gas asociado a lutitas, que se pretende sea sustituto del combustóleo en la generación de energía eléctrica, a pesar de que legisladores de PRD y Movimiento Ciudadano alertaron que se trata de un proceso que contamina el agua utilizada durante la ruptura del subsuelo.

Anoche la mayoría de PRI, PAN, PVEM y Panal desecharon una propuesta presentada por el PRD, para incluir en la Ley de Hidrocarburos un principio precautorio y decretar una moratoria en la aplicación de la técnica conocida como fracking, como ya se ha hecho en distintos estados de Estados Unidos, así como en diversos países de Europa, por el daño a la salud de los habitantes y al medio ambiente.

La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Lourdes López (PVEM), argumentó que no es necesario incluir en la ley el principio precautorio, porque México ha firmado un acuerdo internacional en el que ya se contempla ese precepto, y recurrió al hecho de que la Constitución obliga a México a aplicar los convenios internacionales.

Las legisladoras entraron a un debate respecto del contenido de un estudio que el Centro Mario Molina ha publicado sobre las ventajas y riesgos de la fractura hidráulica.

Según la diputada del PVEM, el centro dirigido por el premio Nobel de Química sólo alerta que ejecutar de forma errónea el fracking conlleva a consecuencias sociales graves e indeseables, pero acotó que al constituirse la agencia nacional de seguridad industrial y protección al medio ambiente, ésta regulará los temas de impacto ambiental y el cuidado de los manos acuíferos, y que su mandato central será hacer cumplir las garantías constitucionales de derecho a un medio ambiente sano.

La diputada Gloria Bautista (PRD) resaltó que ninguna de las 23 recomendaciones del doctor Mario Molina quedó plasmada en la Ley de Hidrocarburos, por lo que si los partidos que defienden esta técnica “fueran congruentes, estarían declarando una moratoria al fracking”.

Su compañera de partido, Graciela Saldaña Frayre, subió a la tribuna con una botella de plástico rellena con agua, que, dijo, fue utilizada en la perforación de un pozo para extraer gas de lutita o shale. Con el envase en alto expresó: los reto a todos a que tomen un vaso de agua que tenga estos 750 elementos que conforman el coctel inyectado al subsuelo, a ver si es cierto que puede se tratada y no ocasiona daños a la salud. Si la beben, sus hijos nacerán con malformaciones.

Explicó que para lograr la ruptura de las piedras de lutita, el agua es inyectada a altas presiones y se consumen de 9 a 29 millones de litros de agua por cada pozo, y que de todos aquellos elementos, 150 son causantes de graves daños a la salud a nivel celular, y principalmente causa mutaciones.

Al salir del pozo, esta agua contaminada se va a las zonas de captación, de las que nos alimentamos, y este es un recurso finito. Pueden negociar el petróleo, pero el agua se acaba, estará contaminada porque no es tratable, no hay forma de reciclarla y ya no se puede tomar.

El presidente de la Comisión de Comunicaciones, Héctor Gutiérrez de la Garza, (PRI), indicó que las posiciones en contra de la fractura hidráulica utilizan medias verdades, porque para perforar un pozo de este tipo no se utiliza agua dulce. “Para extraer gas shale, este se localiza a tres mil metros de profundidad. Y la mayor profundidad a la que podemos encontrar agua dulce es a 300 metros. Es imposible que exista la contaminación de los mantos freáticos”, expresó.