El ex presidente de Colombia César Gaviria criticó que el gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene la misma estrategia de combate a los grupos del crimen organizado, carente de muchos aspectos, pero principalmente de la aplicación de la justicia, ya que la Procuraduría General de la República sigue abusando de la figura del arraigo y no hay avances de la reforma al sistema penal.

Lo anterior lo expresó durante el Foro Inernacional de Política de Drogas, que se realiza en la ciudad de México, encuentro organizado por la Cámara de Diputados, en el que también participó el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secrertaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, quien señaló que México evalúa la aplicación de políticas de drogas puestas en marcha en otras naciones, con la finalidad de tomar decisiones con base en los resultados que han tenido y que puedan ser útiles para los mexicanos.

Durante su presentación, el ex mandatario colombiano cuestionó la falta de progreso en la integración de la gendarmería nacional, ya que, dijo, sus integrantes deberían tener entrenamiento militar y contar con un grupo especializado para perseguir a los grupos de narcotraficantes.

Añadió: “No creo que (el gobierno de Peña Nieto) tenga una política débil, pero sí veo continuidad, (ya que) algunas de las cosas que no hizo Calderón tampoco se están haciendo ahora. Sí deben tomar con más seriedad una serie de temas.

“Es momento que se retomen las reformas judiciales que fortalezcan el sistema judicial para hacerle frente a los problemas del narco, avanzar en la policía judicial y la gendarmería. Por los problemas de inseguridad que vive México, esto no desaparecerá pronto; algunos estados mejoraron, pero otros no.”

Campa Cifrián refirió que el gobierno mexicano ha buscado no criminalizar a los adictos, por lo que da prioridad a la salud pública, fortalece mecanismos de justicia alternativa y ha puesto en marcha programas para disminuir el consumo de drogas entre los jóvenes.

“El gobierno federal está poniendo énfasis en la prevención. Estamos convencidos de que siempre es más oportuno, y naturalmente más barato, prevenir, y por ello estamos desarrollando acciones en todo el país de manera muy importante.

“La criminalización de la posesión y consumo de drogas con penas privativas de la libertad ha generado uno de sus efectos no deseados: una sobrepoblación penitenciaria, sin que esta medida tenga impacto importante en la disminución del tráfico o consumo.

“Estamos poniendo especial énfasis en programas dirigidos a personas con algún abuso o dependencia de drogas asociados a la comisión de un delito, dejando como última instancia las penas privativas de libertad.

Los primodelincuentes que hayan cometido delitos no graves vinculados con alguna droga merecen una oportunidad de ser tratados en libertad. De todas las alternativas, la prisión es la menos conveniente, concluyó.