Ante el alto riesgo de que el virus chikungunya llegue a México, la Secretaría de Salud (Ssa) inició el fortalecimiento del sistema de vigilancia.

Pablo Kuri, subsecretario de Promoción de la Salud de la Ssa, indicó que debido a que no puede saberse cuándo y por dónde llegará esta enfermedad, la atención se enfoca en detectar los primeros casos y contenerlos, y si no, ver que se dispersen con la mayor lentitud posible.

Señaló que no hay un presupuesto adicional para reforzar estas medidas. Lo que estamos haciendo para el control del dengue aplica para el chikungunya, porque es el mismo vector transmisor, explicó.

La probabilidad de que llegue a México es natural, dijo, porque existen casos confirmados en Estados Unidos y en El Salvador, y debido a que hay un gran tránsito de personas entre las islas del Caribe, donde desde diciembre se han reportado varios contagios.

Para el caso de los migrantes indocumentados que cruzan México, el subsecretario destacó que en todas las rutas, si se acercan a los servicios de salud, deben recibir atención médica.

Recordó que esta enfermedad no se transmite de persona a persona, sino por la picadura de un mosco infectado.

No hay vacuna ni tratamiento antiviral específico: es sólo sintomático, puntualizó.

Por ello, a partir del primero de agosto estará en línea un curso para la capacitación de todo el personal de salud sobre el tema.

Si bien el virus es transmitido por el mismo mosquito que contagia de dengue, el chikungunya no es hemorrágico, aunque las afectaciones a las articulaciones son mayores.

De acuerdo con el funcionario, el "virus deja inmunidad (a quienes se han contagiado de él)”, aunque no se sabe si ésta es permanente o es temporal, debido a que no se cuenta con estudios científicos al respecto.